lunes, 28 de diciembre de 2015

RUTA 66, EL ENCANTO DE LOS AÑOS 50

La ruta 66, conocida como la carretera madre, empezaba en Chicago y terminaba en los Angeles atravesando los estados de Missouri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo México, Arizona y California, con un recorrido total de 3.939 km.

La ruta 66 fue retirada de la Red de Carreteras de EEUU el 27 de junio de 1985 al considerase que ya no tenía relevancia al ser desplazada por la Red de Autopistas Interestatales de EEUU. Fue la ruta utilizada por los emigrantes que se dirigían al oeste y también fue muy utilizada por los camiones, al presentar un trazado muy llano. Al cubrir un territorio tan amplio se establecieron en su camino muchos negocios (principalmente estaciones de servicio, restaurantes, talleres de reparación...).
 
Aunque sufrió diferentes cambios de trazado, la ruta se hizo muy popular y comenzaron a crecer los moteles y los restaurantes de comida rápida. Con la construcción de las autopistas interestatales, la ruta empezó su declive. En muchos tramos la autopista circulaba paralela a la ruta y en otros se construyó encima de su trazado. 



En 1990 se declaró a la ruta madre, Ruta Estatal Histórica empezando de esta manera un nuevo resurgimiento de algunos de sus tramos y convirtiéndose en un icono de los EEUU, meta de turistas de todo el mundo que recorren la ruta a la vieja manera.

En algunos de los pueblos por donde circula esta carretera se retrocede a los años 50 como Seligman, en el que hay que hacer una parada, casi  obligada, y alojarse en un típico motel que parece haber salido de una película americana.
 
No hay lujos pero es funcional y barato.
 
Una vez instalados, visitamos el pequeño pueblo que nos introduce en un mundo pasado, casi mágico.
 
 
 

 
Nuestra cena discurre en un bar auténtico: música en directo, mazorcas, hamburguesas y, como no, coca-cola a raudales.
 
Si hay suerte, puede que sean las fiestas locales y,entonces, el espectáculo está asegurado. 
   
   
La visita de este pueblo, Seligman, no nos ha defraudado en absoluto. Lo hemos pasado muy bien.
Uno de los pueblos del oeste de EEUU que surgió durante la fiebre del oro fue Hackberry. El pueblo proliferó mientras la ruta estaba activa pero, cuando se construyó la autopista, los habitantes abandonaron el pueblo y la gasolinera se cerró en 1978.
Posteriormente, en 1992 un artista itinerante, Bob Waldmire, volvió a reabrir la tienda, como punto de información, consciente de la importancia de la ruta para los turistas. El lugar es un tanto curioso ya  que, objetos diversos se encuentran esparcidos por la zona: coches antiguos para el desguace, cabezas de animales colgadas, mulas esperando una caricia, viejos surtidores de gasolina que ya no funcionan y un pequeño y típico bar con multitud de recuerdos que evocan tiempos que nunca van a volver.
     
Continuamos nuestra ruta hacia Kingman. La vegetación que vamos encontrando ya nos indica que nos acercamos al desierto de Mojave.
  
Llegamos a Kingman. La ciudad aprovecha también el filón turístico que aporta la ruta 66. Esta moderna ciudad no tiene nada a destacar a excepto de la locomotora Santa Fe. Esta gran locomotora a vapor fue donada a la ciudad en 1953, después de haber recorrido 2.585.600 millas desde 1928. Su trayecto habitual era Kansas City-Los Angeles.
 
En esta ciudad hay también un restaurante muy típico llamado Mr.D'z Route 66 Diner. El local esta ambientado en los años 50 y, según dicen, se come bastante bien.
Nuestra última parada en esta pequeña incursión por la ruta 66, fue la población de Oatman. Este pequeño pueblo que se extiende a lo largo de una calle principal, surgió como un campamento minero. En 1921 un incendio devastó las casas y la empresa minera cerró sus puertas tres años más tarde. Oatman subsistió gracias  al turismo secundario de la ruta 66 pero, en 1953, la carretera fue sustituida por la autopista y hacia 1960 el pueblo fue abandonado convirtiéndose en un un pueblo fantasma. Actualmente el pueblo ha vuelto a resurgir gracias al turismo que proporciona la ruta.
La principal atracción del pueblo son los burros "salvajes"que campan a su aire por sus calles. Se dice que estos burros descienden de los antiguos animales que los mineros trajeron a finales de 1800 y, cuando ya no les sirvieron, fueron abandonados a su suerte. 
Se venden manojos de zanahorias para dar de comer a los animales y, parece ser, que nunca tienen suficiente. Siempre están comiendo.
 
 
El pueblo mantiene las características típicas de los  pueblos típicos del oeste americano.
 
 
 
En temporada alta, en el centro del pueblo, se realizan representaciones de duelos entre bandas rivales. Al finalizar el espectaculo, los "pistoleros" piden una propina y, nosotros, dejamos "burrilandia".
 
Este pequeña incursión por la mítica ruta 66 nos ha gustado mucho, los pueblos son encantadores y se respira mucho ambiente cargado de historia. 
Continuamos nuestra ruta atravesando el Joshua Tree National Park y el Anza Borrego  State Park hasta llegar a San Diego para posteriormente subir por la costa hasta Disneyland, acabando el viaje en Los Angeles. Si queréis seguir todas nuestras aventuras del viaje por la costa oeste, pinchad AQUI. Y, si queréis ver más aventuras, ésta vez por la costa este Y Canadá, podéis pinchad AQUI

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