viernes, 9 de octubre de 2009

FIN DE SEMANA EN LOS ALPES FRANCESES


Hemos decidido aprovechar este puente. No vamos demasiado lejos ya que un fin de semana tampoco da para mucho. Nos apetece coger el coche y acercarnos hasta los Alpes franceses. Nuestra pequeña ruta es la siguiente:

-Viernes 9-Octubre:     Sabadell-Grenoble
-Sábado 10-Octubre:   Grenoble-Chamonix
-Domingo 11-Octubre: Chamonix-Annecy
-Lunes 12-Octubre:      Annecy-Sabadell




VIERNES 9-10-2009


Salimos de casa a la hora prevista, las 7:00 de la mañana. Al poco tiempo de tomar la autopista dirección Francia y, aunque aún es de noche, intuimos que en el cielo empiezan a formarse unos nubarrones que no auguran nada bueno.
 
Pasamos la frontera francesa sobre las 8:30 y, en Narbonne, paramos a desayunar. 
Con más energía, reemprendemos la marcha ahora ya, sin detenernos, hasta Grenoble, ciudad a la que llegamos a las 14:00. 
Buscamos el Hotel Patrick
  
Su situación no es demasiado céntrica pero tiene una relación precio-calidad bastante aceptable. Las habitaciones aún no están listas. Dejamos las maletas en recepción, cogemos el coche y nos vamos al centro de la ciudad para encontrar algún restaurante abierto. No tenemos demasiadas expectativas ya que Francia, a diferencia de España, funcionan con un horario muy europeo y, a estas horas, es posible que todo esté cerrado.
Como pensábamos todos los restaurantes tienen la cocina cerrada. Suerte que hay McDonald's. Cuando ya estamos a punto de tirar la toalla, encontramos una pizzeria en la que un camarero nos invita a entrar. Bingo!
Pero, una vez sentados, nos dice que tenemos que ir rápidos. Nos entrega la carta y nos la retira a medio leer. En un plis-plas! tenemos la comida en la mesa.

 

A pesar de las prisas, la comida ha estado muy bien y, prácticamente sin darnos cuenta, estamos ya en la calle. Al acabar tan rápido,  podemos empezar la visita de la ciudad. 
Grenoble tiene un entorno fabuloso dominado por las altas montañas de los parques de Chartreuse y Vercors.
Comenzamos por la plaza de St. André, la plaza más típica de Grenoble. Aqui se encuentra el Palacio de Justicia y la Iglesia  de St. André con un campanario gótico de 56 metros de altura.



Antes que el mal tiempo nos lo impida, seguimos hacia la Bastilla, ciudadela construida para defender la ciudad de los ataques procedentes de Chartreuse. La subida la hacemos en el teleférico, unas cabinas en forma de burbuja que, actualmente, cuestan 7,05 € por persona (ida y vuelta).

Aunque no me hace nada de gracia, por mi miedo a las alturas y a los espacios cerrados, no me lo pienso y me meto dentro del "huevo" (no quiero que después me digan que me he perdido lo mejor del viaje).
Las vistas desde dentro son impresionantes, especialmente cuando estás "sobrevolando" el río  Isère.

El fuerte de la Bastilla fue construido para resistir las invasiones de los duques de Saboya. Desde arriba hay una panorámica fantástica de la ciudad y de las montañas, aún con un tiempo feísimo.
No hay mucho más que ver: un pequeño museo del ejército de montaña...
 
...y una cueva de pasadizos oscuros y tenebrosos de los que sólo recorremos unos metros y en donde,  según cuenta la leyenda, está enterrado un tesoro.
 
Como empieza a llover y por aquí arriba ya lo hemos visto todo, decidimos dejar las alturas y descender hacia la ciudad.

Las gotitas de lluvia empañan el “huevo”, aunque me da igual, estoy haciendo fotos con los ojos cerrados y no los pienso abrir hasta llegar abajo. 


Los tres minutos se me hacen eternos y respiro aliviada cuando pongo los pies en el suelo.
La lluvia, poco a poco, se va animando y hace que aligeremos el paso.

     
Queremos llegar hasta el Parque Paul-Mistral donde está el Ayuntamiento nuevo y varias esculturas modernas. 
Con motivo de los Juegos Olímpicos de Invierno en 1968, la ciudad creció con nuevos edificios y bonitos parques.


 
El parque es un oasis de calma y relax con grandes espacios para disfrutar del aire libre pero, la lluvia lo estropea todo e incluso nos obliga a abrir el paraguas. Suerte que Cesc me hace reir viendo como hace sus  pinitos para aprendiz de “Mary Poppins” y, por unos instantes me olvido del mal tiempo.

Llegamos hasta el Palacio de Hielo, situado en el mismo parque, y volvemos otra vez hacia el centro de la ciudad para encontrar un lugar para cenar.
Como hemos comido tarde, no tenemos demasiada hambre y nos conformamos con unas ensaladas en un vistoso bar de la zona peatonal. 
Recogemos  el coche del parking y volvemos al hotel. Antes de acostarnos, nos conectamos un ratito a internet para hablar con la family y después....a dormir. Mañana...Chamonix

SABADO 10-10-2009

Lo primero que hacemos al despertarnos es mirar por la ventana. El tiempo no ha cambiado prácticamente nada respecto ayer: se presenta cubierto y amenazante. 


Después del desayuno, volvemos al coche para continuar la ruta hasta Chamonix. A unos 15 kilómetros de Grenoble se encuentra la población de Vizille. En esta localidad se alza un bonito castillo.
Fue construido entre 1600 y 1619 e históricamente es importante por considerarse la cuna de la Revolución Francesa ya que, entre estos muros se reunieron, en 1788, los diputados que formaban la asamblea del Delfinato para redactar el acta de configuración de lo que serían los Estados Generales, germen del estallido de la revolución.

 


 Tiene una elegante fachada con unas bonitas escalinatas, balaustradas y torres.

El interior conserva muebles, tapices y cuadros de los siglos XVII y XVIII y alberga, además, una exposición bastante interesante de la Revolución Francesa.
 
Tiene unos  jardines preciosos y exquisitamente bien cuidados. Lástima del día que no apetece nada pasear. El castillo es gratuito.
  
Continuamos por una carretera panorámica, el recorrido del Chamrousse. En principio prometía mucho al ser una carretera de gran interés paisajístico. No puedo deciros si vale la pena o no ya que, aunque la hemos recorrido enterita, no hemos podido ver nada debido a la espesa niebla que nos ha acompañado durante toda la excursión y que, en algunas zonas, la visibilidad ha sido más bien nula. Es de aquellas veces en las que, para intentar ver mejor, vas pegado al parabrisas. 

Para poner la situación más tensa, vamos casi sin gasolina. En todo el recorrido no hay ninguna surtidor de gasolina y, cuando hemos encontrado uno, no funcionaba. Estamos nerviosos y desesperados. No hay pueblos, no hay gente para preguntar...si se nos para el coche aquí, la hemos liado! Por suerte hemos llegado a la cima y ahora vamos cuesta abajo.

Respiramos aliviados cuando, unos kilómetros más abajo, encontramos un pueblo como Dios manda, Villard de Lans y podemos llenar el depósito en una gasolinera de un centro comercial. Aprovechamos para comer y comentar, ahora con risas, el episodio sufrido unos kilómetros antes. 
Continuamos la ruta, y los magníficos paisajes que nos encontramos nos indican que ya estamos en plena zona alpina.
   
 
Llegamos a Chamonix, después de unas cuantas paradas, sobre las 6.30. El hotel Best Western les Aiglons, está muy bien y se encuentra situado a los pies del Mont-Blanc.

Desde el hall de entrada hay una espléndida panorámica del espectacular pico. Sin duda alguna, si algún día os dejáis caer por allí, os recomiendo este hotel.

Dejamos las maletas y hacemos un recorrido por el hotel. 


 
Hay una piscina exterior climatizada. No hay demasiada gente bañándose. No da la impresión de que el agua esté demasiado caliente. Pero, es una gozada bañarte al aire libre y tener como telón de fondo al Mont-Blanc

Se hace tarde y empezamos a tener hambre. Nos vamos al centro en busca de un restaurante.

Hemos pedido tortillas, hamburguesas, entrecot y una fondue de queso sin pensar en las calorías que nos van a entrar. Todo está buenisimo pero, la fondue, está para chuparse los dedos, mortal!
Despues de la fabulosa cena, dejamos el restaurante y nos vamos al hotel, no sin antes hablar con la family. Un poco de tele y a dormir.




DOMINGO 11-10-2009


Puede decirse que Chamonix es el principal centro francés de alpinismo y deportes de invierno. Se encuentra flanqueado por el pico del Brévent por occidente y por el macizo del Mont-Blanc por el oriente. La ciudad está unida a Courmayeur, en la vertiente italiana, por el túnel del Mont-Blanc. Fue sede de los primeros Juegos Olímpicos de Invierno  en 1924 y la ciudad dispone de una infraestructura turística de primer orden. Desde aquí se pueden realizar multitud de excursiones a cual más bonita. Nosotros no podemos escoger demasiado ya que en Noviembre hay algunos teleféricos están cerrados hasta la temporada de invierno.

Sólo podemos ir a Montenvers o al Aiguille du Midi. La excursión hacia la Aiguille es la más recomendable y sin lugar a dudas la más bonita y espectacular, pero nos dan hora para casi al medio día y optamos para ir a Montenvers ya que podemos salir de inmediato. El tren cremallera (18€ por persona) parte de Chamonix y llega hasta Montenvers, a 1913 m. de altitud. 

Al poco rato de salir, el tren comienza, poco a poco, a subir.
 
En unos 20 minutos llegamos a la estación de Montervers.


Desde aquí hay un panorama grandioso del glaciar Mer de Glacelos Drus y los Grandes Jorasses. 
 
Además aquí se encuentra una  gruta de hielo que se talla de nuevo cada año y refleja la vida de los montañeses a comienzos del siglo XIX. Se puede acceder a ella a través de una ruta a pie en unos 20 minutos o en un telecabina. Hoy no es nuestro día de suerte ya que la gruta está cerrada porque está en proceso de construcción. Desde este lugar hay varias rutas para hacer senderismo, además de un par de museos: uno dedicado al alpinismo y otro de temática minera. Los dos son gratuitos.
Estamos bastante tiempo tomando fotos del grandioso panorama que aprovechamos al máximo debido al buen tiempo que tenemos. Los picos son espectaculares. El Mer de Glace está en franco retroceso.



Regresamos a Chamonix para comer y dar una vuelta por el pueblo antes de despedirnos con un poco de tristeza de este bonito paisaje. Estamos seguros que cuando volvamos por aquí, y seguro que volveremos, haremos la excursión hacia les Aiguille du Midi ya que si todo esto nos ha gustado mucho, estar a 3790m debe ser despampanante, casi como tocar el cielo. Bajamos los ojos de este espectacular cielo...

...y los situamos en la tierra, en Chamonix.

Hacemos un alto para comer en un típico restaurante

La ciudad esta llena de turistas y las tiendas se encuentran llenas de gente. Entramos en una tienda para comprar unos caramelos. Vaya! algunos de los chuches son realmente originales. 

Tenemos la suerte de poder ver un pequeño concierto alpino.

Chamonix tiene encanto y es muy agradable pasear por las calles peatonales.
  
Incluso aquí, la primera Guerra se llevó consigo una parte de la población. Francia siempre recuerda a sus hijos muertos en las guerras.

 
  

Miramos por última vez la blanca cima del Mont-Blanc...
 y regresamos al coche  para poner  rumbo hacia Annecy, nuestro último destino. Nos alojamos en el hotel Allobroges, es un poco viejo, pero está limpio y se encuentra bien situado. 
 Como es temprano dejamos las cosas y nos vamos a visitar la ciudad. Lo que nos interesa más es la visita a la ciudad vieja, el núcleo medieval, perfectamente restaurado y convertido en una zona peatonal.



En una isla del rio Thiou se encuentra uno de los edificios, dicen, más fotografiado de Francia: el Palacio de la Isla, formado por un conjunto de edificios de los siglos XII a XVI dispuestos de forma que parecen la proa de un barco. Toda la ciudad vieja merece una visita ya que es realmente bonita.
  

Llegamos hasta el castillo que se alza de forma majestuosa sobre el casco antiguo. Fue residencia de los condes de Ginebra. Es tarde y el castillo ya está cerradoo.

Continuamos hasta el lago, el cual se dice que es el más limpio y  puro de Europa. Se le conoce como el "lago azul" por el color turquesa de sus aguas. Ha servido de inspiración  a muchos artistas como Cézanne inmortalizando el lago con su óleo "El lago azul" en 1896

 
Cenamos en  uno de los restaurantes que hay al borde del río.


Antes de regresar al hotel, hacemos las últimas fotos del  bellísimo Palais de l'Isle.


LUNES 12-10-2009

Hemos desayunado bastante bien.

 
Recogemos las cosas y vuelta al coche. Hoy regresamos a casa. Por el camino, buscamos algún supermercado tipo Carrefour para hacer algunas compras. A nosotros nos gusta también el turismo de supermercado. Nos gusta ver la comida, los productos típicos y, casi siempre, compramos alguna cosa. 

Pasamos de nuevo por Grenoble y ya, casi sin parar, derechos hacia casa.

Tenemos que aguantar bastante cola ya que es operación regreso de un largo fin de semana. Llegamos sobre las 23:00 a casa, cansados pero contentos de haber aprovechado a tope todos estos días.

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