viernes, 19 de agosto de 2011

VIETNAM 2014



La lejanía de Vietnam siempre ha condicionado que sea un destino complicado para visitar, teniendo en cuenta que evito, a más no poder, los aviones. También esos tópicos de ser un país de gente poco comunicativa y que ven al extranjero como un objetivo al que timar y embaucar a las primeras de canto, le ponían más trabas para decidirnos a dar el paso.
Pero Vietnam siempre ha sido un país un poco mitificado para mi: las bellísimas terrazas de arroz, los paisajes espectaculares de la Bahía de Halong, los mercados flotantes del delta del Mekong y su población, indomable, valiente, luchadora...capaz de sobrevivir a todos y a todo, a podido con todos "esos" aspectos limitadores y este año hemos emprendido nuestro viaje a este lejano país.

La idea inicial era alquilar, como siempre, un coche para poder movernos con total libertad pero, en algunos países asiáticos, alquilar un coche es bastante complicado, por no decir imposible. Para convalidar el permiso de conducir los trámites son largos y además tienes que pasar un examen en el mismo país; esto hace que se pierda tiempo y aunque es posible si se trata de vivir una temporada larga en el país, tratándose de pocos días, la idea no es factible. Así que, la descartamos una vez vimos lo dificil de la situación.
Las opciones que nos quedaban para intentar llegar al máximo de lugares era el alquiler de coche con conductor y trenes en los tramos posibles. No hemos cogido ningún avión. La entrada ha sido por Ho Chi Min y la salida por Hanoi, recorriendo  el país de sur a norte.

Como siempre y para evitar sorpresas desagradables, todos los hoteles los hemos reservado previamente a través de nuestra página favorita booking
Los vuelos han sido con Qatar.

Los trenes y el coche con conductor lo hemos reservado a través de una agencia de viajes, llamada insolitviatges de la que estoy contenta ya que nos ha dado mucho margen de libertad. Teniendo en cuenta que nosotros nunca contratamos por agencia, ya que siempre vamos por libre, hemos podido montar "nuestra" ruta y contratar los hoteles por nuestra propia cuenta, por lo tanto hemos quedado contentos por esta libertad y por el seguimiento del viaje. Gracias Mª Jose y todo el equipo de la agencia.
La ruta   ha sido la siguiente

12-7-2014      BARCELONA-DOHA-HO CHI MIN (noche a bordo)
13-7-    "          HO CHI MIN
14-7-    "          HO CHI MIN-CAI BE-CAN THO.
15-7-:   "         CAN THO-HO CHI MIN
16-7-    "          HO CHI MIN-TEMPLO DE TAY NINH-TUNELES DE CU CHI-HO CHI                                              MIN
17-7-   "           HO CHI MIN-NHA TRANG (noche en el tren)
18-7-   "           NHA TRANG
19-7-   "           NHA TRANG-DANAG (tren diurno)
20-7-               DANNG-MONTAÑAS DE MARMOL-YACIMIENTO DE MY SON-HOI                                             AN
21-7-   "           HOI AN
22-7-   "           HOI AN-DANANG-HUE
23-7-   "           HUE
24-7-   "           HUE-ZONA DESMILITARIZADA-TUNELES DE VINH MOC-                                                            CEMENTERIO  NACIONAL DE TRUONG SONG-PHONG NHA.
25-7-   "           CUEVA DE PHONG NHA-DONG HOI-HANOI (noche en el tren).
26-7    "           HANOI
27-7-   "           HANOI-MAI CHAU-HANOI
28-7-   "           HANOI-BAHIA DE HALONG
29-7-   "           BAHIA DE HALONG-HANOI
30-7-   "           HANOI-LAO CI-SAPA (noche en el tren
31-7-   "           SAPA
1-8-     "           SAPA-HANOI (noche en el tren)
2-8-     "           HANOI
3-8-     "           HANOI-BANGKOK-DOHA- (noche a bordo)
4-8      "           DOHA-BARCELONA.

SABADO 12-7-2014

Con la  ilusión de comenzar nuestras vacaciones y emprender un gran viaje, nos dirigimos hacia el aeropuerto de El Prat, quejándome de como pesa la maleta!! 
 
Vamos con tiempo, nuestro vuelo de Qatar sale a primera hora de la tarde. El dia está muy nublado y parece que, de un momento a otro, caerá una buena tormenta. Que llueva ahora y despeje para cuando tengamos que levantar el vuelo.
Después de comer una hamburguesa en un fast-food del aeropuerto, nos vamos tranquilamente a nuestra puerta de embarque. El avión, como todos los de Qatar, está muy bien. Nos acomodamos en nuestros asientos y toqueteamos el mando de nuestra pantalla individual mientras el resto del pasaje va ocupando su lugar. Nos esperan muchas horas por delante.
Al poco rato de levantar el vuelo las azafatas pasan el carrito con refrescos, cervezas y frutos secos. Y, entre cacahuete y cacahuete, voy mirando las películas de mi pantalla individual.
Sobre las 17:00 nos traen la comida o la cena. Normalmente, no soporto el catering que te dan en los aviones, pero la comida de Qatar no está tan mal como en otras compañias.
 
Seguimos nuestra ruta a través de las pantallas
A las 23:15 llegamos a Doha (Qatar). Aterrizamos en el nuevo aeropuerto. Ya no es necesario coger el suttle que te llevaba a la terminal. Ahora entras directamente a través de los fingers al moderno aeropuerto. La verdad es que era necesario una nueva terminal ya que la antigua es muy pequeña para el tránsito de pasajeros que soporta.
 
Estamos casi dos horas de tránsito y, sobre la 1:00 de la madrugada enlazamos el segundo vuelo hacia Ciudad de Ho Chi Minh. Cuando sobrepasamos la India y atravesamos el Golfo de Bengala, el avión se va moviendo continuamente pero, por suerte, podemos dormir un rato hasta llegar a las 12:50 y, casi tras 8 horas de vuelo, a la capital de Vietnam.

DOMINGO 13-7-2014

Los trámites de llegada a Vietnam consisten en rellenar un formulario de entrada junto con una fotografía tamaño carnet con fondo blanco, el documento de aprobación, que se debe tramitar en el país de origen. Este documento es muy importante  ya que sin él no puedes tramitar la visa, y el pasaporte con una validez mínima de 6  meses. Después de pagar los 45$  en las ventanillas internacionales ya se puede entrar en el país.

Algo muy importante para nosotros es llamar a casa. Teníamos un teléfono libre, básico, bibanda, de tan solo 12 euros y, en el mismo aeropuerto, compramos una tarjeta de la compañía "mobifone". Esta compañia es la más frecuente en el país y no hay ningún problema para recargar la tarjeta. El ahorro en llamadas es considerable. Utilizaremos el wifi en los hoteles para mandar wasaps e internet con nuestro pequeño portatil, de esta manera nos quedan todos los campos de "comunicación" cubiertos.

Ciudad de Ho Chi Minh (a mi me gusta más su antiguo nombre, Saigón,  nos recibe con una "calurosa" bienvenida. Nada más salir del aeropuerto notamos un calor pegajoso y agobiante debido a la altísima humedad que hay. Cogemos un taxi para llegar a nuestro hotel Paradis Saigon Boutique. El hotel está muy bien situado en el distrito 1.
Las habitaciones son amplias y confortables.
 
Lo que no me acaba de gustar es el baño, casi abierto a la habitación, mediante grandes ventanales.
Aunque estamos cansados, dejamos las maletas y nos vamos a dar una vuelta por la ciudad. Tenemos cerca un Burger King y, como tenemos un poco de hambre, hacemos un alto y nos zampamos unas hamburguesas.
Desde el primer momento de pisar la ciudad entramos en contacto con la circulación rodada, en especial con la circulación rodada de dos ruedas. Saigón tiene el record guines de poseer la mayor concentración de motos en todo el mundo. No es para menos, mires por donde mires, solo ves motos. Las motos son las reinas del asfalto y, aunque hay alguna norma de circulación, en Saigón y en general en todo Vietnam, el pez gordo se come al chico: el camión se come al coche, el coche se come a la moto y la moto se come al peatón.

La primera vez que tienes que cruzar una calle te entra el pánico: como voy a cruzar por aquí si hay millones de motos!. Intentas buscar un paso cebra o un semáforo pero no sirve de nada. Nadie para...incluso escuchas pitidos cuando intentas atravesar la calle.
Solución: o te adaptas o te salen raices en los zapatos y, como ésta no era nuestra intención, nos encomendamos a nuestro santo y a cruzar. Algunos consejos:

-Cruzar poco a poco, sin correr y con paso firme.
-Aunque crucemos en verde, siempre estar alerta ya que muchas veces se saltan el rojo.
-Nunca pararse en mitad del la calle, a no ser que la cosa se ponga fea. Mientras vas caminando les das tiempo a esquivarte.
-Los pasos cebra (cuando están) no son ninguna garantía de poder pasar tranquilamente.
-Encomendarte a tu santo patrón mientras estás cruzando. Aunque no lo creaís, vimos a una anciana cruzar con un rosario en la mano.
Tenemos media tarde y la aprovecharemos para pasear un poco por el viejo Saigón, el distrito 1,  para ir acostumbrándonos al ritmo de la ciudad y al caos de su circulación.
Comenzamos nuestra pequeña ruta por un edificio emblemático: el Edificio del Comité del Pueblo, antes llamado Hôtel de Ville. De principios del s. XX, tiene una fachada ornamentada y es un clásico edificio colonial. No está abierto al publico-
Delante del edificio hay una estatua sedente de Ho Chi Minh con un niño sentado en sus rodillas. Tio Ho, como se le llama cariñosamente, siempre tiene flores a sus pies ya que es un personaje muy querido.
La catedral de de Notre Dame acoge a la comunidad cristiana de la ciudad. Fue construida a finales del siglo XIX. El exterior está tapizado por azulejos de color rojo, traídos expresamente de Francia. Las vidrieras originales fueron destruidas durante la Segunda Guerra y nunca se reemplazaron, simplemente fueron sustituídas por vidrios trasparentes.
A la derecha de la catedral encontramos la oficina central de correos. En este bonito edificio queda bien patente el legado francés. Construído entre 1886 y 1891 por Gustave Eiffel preside el exterior un gran reloj situado sobre la entrada principal del edificio.
El interior es amplio y luminoso.
Está presidido por un gran mosaico de Ho Chi Minh.
Es un edificio elegante y funcional ya que, desde aquí, se pueden mandar postales, comprar souvenirs, descansar y fotografiar unas bonitas cabinas telefónicas.
Acabamos el paseo en el lago de la Tortuga. No es que sea especialmente bonito con sus pasarelas de cemento y su escultura en forma de flor, pero es un espacio donde los ciudadanos se reúnen para charlar y descansar.
Regresamos al hotel ya que el día ha sido largo. Venimos de hacer muchas horas de avión y empezamos a notar el cansancio. Como hemos comido tarde, simplemente comemos la fruta de cortesia del hotel y nos vamos a dormir. Mañana, a las 8:00 en punto vendrán a recogernos para ir hacia el delta del Mekong.

LUNES 14-7-2014

Vacacionessss!! Quien dijo que levantarse a las 7:00 son vacaciones.
Corro las cortinas...vaya, empezamos bien, espesos nubarrones tapizan todo el cielo. Me voy a la ducha, a ver si espabilo un poco.
El desayuno está bien, aunque nosotros somos muy clásicos...nos conformamos con  tostadas, mantequilla, mermelada y fruta.
Bajamos a recepción y ya tenemos nuestro coche a punto para llevarnos hacia el delta del Mekong. A medio camino paramos en una zona de descanso muy bonita.
 
El tiempo es feísimo y hay una humedad altísima, el bochorno es de campeonato. Llevamos las camisetas empapadas, puaj!...que ganas tengo de pegarme otra ducha.
Llegamos al Mercado flotante de Cai Be. No hay gente para poder unirnos a un grupo y compartir el barco. Asi  que, tenemos que alquilar el barco para nosotros solos, con lo cual nos cuesta bastante más (700.000 VDN).
 
No sabemos si es porqué es un poco tarde o porque ha llovido pero, realmente, no hay demasiada actividad comercial.
Las casas, encaramadas sobre la ribera del río y  las embarcaciones llenas de vida nos muestran la vitalidad que el Mekong da a sus habitantes.
 

 
 
 
Los niños, como en cualquier lugar, juegan y se refrescan en unas aguas de un color chocolate intenso.
 
Compramos algo de fruta en una de las barcazas.
 
 
Vemos la enorme catedral católica en la orilla del rio.
Recorremos los pequeños canales.
 
Hacemos un alto en una pequeña isla
en donde tenemos la oportunidad de ver el árbol del durián, una fruta muy extendida y apreciada en Asia. Tiene un olor muy fuerte y, en muchos hoteles, está prohibido consumirlo en las habitaciones porque su olor nauseabundo tarda mucho en desaparecer.
Después continuamos con  el recorrido por los canales del Mekong hasta llegar a Vinh Long, lugar donde tenemos nuestro coche.
Llegamos a Can Tho hacia las 2:30 atravesando un puente suspendido por cables. Tiene cuatro carriles y dos amplios arcenes, siempre ocupados por las motos. Su construcción empezó en el año 2004 y terminó en el 2010 y, en su construcción,  hubo un terrible accidente al desplomarse toda una sección de 90 metros muriendo 54 personas y ocasionando más de 100 heridos. El puente es enorme y moderno y representa el progreso de Vietnam.
 
Nos vamos directos al hotel Hau Giang Hotel, bien situado en el centro de la ciudad.
Can Tho se la conoce como "la despensa de arroz del pais" ya que, gracias al río, obtiene varias cosechas de arroz anuales. Es la ciudad más grande del delta y representa un buen punto de partida para explorar el Mekong y ver sus mercados flotantes. 
Preguntamos en el hotel para hacer la excursión y ver uno de estos mercados,  el de Cai Rang, situado a 6 km de Can Tho. Nos piden 20 dólares por persona, una barbaridad. Lo preguntaremos en el muelle directamente pero primero buscamos un lugar para comer. Estamos hambrientos.
Cerca del mercado vemos una "pizzeria". El exterior no es demasiado atractivo, pero la comida puede que este bien. Ya veremos!
Al poco rato de sentarnos se pone a llover con ganas.
La verdad es que las pizzas y la Saigón están bastante bien y además con un precio estupendo (340.000 VND). Buen provecho!
 
Cuando ha acabado de llover nos vamos hacia el muelle. Se nota que ha llovido mucho estos días ya que el rio está muy crecido.
 
Encontramos muchas "barqueras" que nos pueden llevar hasta Cai Rang. Todas, prácticamente, tienen el mismo precio y el margen de regateo no es mucho. Se trata de elegir la que caiga más simpática. La excursión nos sale por la mitad de lo que nos pedían en el hotel, 20 dólares. Quedamos para mañana a las 7:00 de la mañana,  le damos 5 dólares y el resto al finalizar la excursión. Suponemos que mañana estará aquí.
Damos un paseo por la orilla del río hasta la Estatua de Ho Chi Minh.
El Mercado Viejo.
Y el Templo de Ong.
Las espirales de incienso dan un toque mágico al templo y un toque de dolor cuando un trozo de ceniza caliente impacta sobre mi brazo.
 
Al poco rato, vuelve a ponerse a llover con fuerza y optamos por ir al hotel. La ciudad tampoco da para tanto. Como nos han gustado las pizzas, repetimos el mismo lugar para cenar. Nos retiramos pronto ya que mañana tenemos que levantarnos temprano.


MARTES 15-7-2014


A las 6:00 en punto ya estamos de pie. Que sueño que tengo!. Tan temprano no tenemos ni hambre; comemos algo de fruta y a la calle. Nos vamos hacia el muelle para hacer la excursión al mercado de Cai Rang

Nada más salir del hotel empieza a caer gotas; miramos al cielo, madre mía! vaya día para hacer esta excursión. Llevamos los chubasqueros porque nos tememos lo peor.
En el muelle, puntualmente, está la "señora barquera" que nos llevará al mercado. Cuando veo la barquita, me pregunto:
 -¿Y eso flotará?...
La barca es tan pequeñita que Cesc y yo parecemos dos tortolitos de los juntos que vamos. La barquera pone en marcha la diminuta embarcación. Aunque no lo parece, lleva un pequeño motor, quizás de medio caballo pero lo suficiente para arrancar y, a paso de tortuga, avanzar. 

A los pocos minutos de zarpar, nos cae una lluvia torrencial. Todo adquiere un tono grisaceo, el agua, el cielo... no vemos absolutamente nada. Como puedo me pongo el chubasquero, aunque ya voy calada hasta los huesos; la barca se balancea en medio del rio mientras la mujer se afana en correr unas arcaicas cortinas para sortear un poco la lluvia. Y vamos avanzando...ya no sé, si reir o llorar. Estamos a punto de decirle que de media vuelta pero, que caray, ya estamos aquí, adelante valientes!.
Tardamos una hora en llegar al mercado y, por suerte, ahora no llueve de aquella forma tan bestial. 
Cai Rang es el mayor mercado flotante del delta del Melong o eso he leido porque al llegar nosotros  poca cosa vemos: las barcas tienen tapada la mercancía
 
 y los que no tienen la embarcación tapada, están achicando agua. Vaya desastre!.
El mercado tiene muy poca actividad
 
 
 
Viendo que la excursión ha sido un desastre, y apiadándose de nosotros, la barquera nos lleva por unos canales pequeños que son una delicia: el paisaje es de película y empieza a salir el sol. Puede que aún salvemos el día.
 
 
 
Al cabo de un rato de deleitarnos con el magnífico paisaje, oimos un extraño ruido y la embarcación se para.
 -¿Y ahora que pasa? Le preguntamos.
Pues que hay algo que impide que la hélice funcione. Levanta el pequeño palo en cuyo extremo hay una hélice que parecen las aspas de un minúsculo ventilador y vemos que tiene enrollado una bolsa de plástico. El río está bastante sucio y es frecuente ver basuras y mucho plástico flotando. Como con las manos no puede sacarlo, saca un machete y, cortando aquí y allá, puede sacar todo el plastico.
 
 
Una vez liberada la hélice, podemos continuar con nuestro paseo.
 
 
 
Pasadas las 9:00 de la mañana empezamos a ver el muelle
 
Pagamos lo acordado a la barquera y acabamos nuestra fustrante excursión al mercado de Cai Rang pero solventada por los bonitos paisajes de los canales.
Nos vamos hacia el hotel ya que hoy toca regresar a Saigón.
En el camino vemos que las motos que, aunque de pequeña cilindrada, son capaces de llevar cualquier cosa, incluso jarrones chinos.
Llegamos a Saigón a la 1:30 y primeramente vamos a Cholon. Aunque es el barrio chino, muy chino, muy chino no es; vaya...que ha perdido bastante su identidad. Nos acercamos al mercado aunque no tiene demasiado interés. Paseamos un poco y encontramos algún signo evidente de que estamos en Chinatown.
Empieza, otra vez, nuestro periplo para cruzar las calles.
Vemos la bonita Pagoda de Thien Hau, construida por la comunidad cantonesa a principios del s. XIX.
En estos momentos están grabando una pelicula o un spot y casi que no nos dejan entrar. Nos colamos por un lateral y nos pegan unos cuantos gritos para que circulemos deprisa.
Hay que ir con cuidado al pasar por debajo de los grandes rollos de incienso que cuelgan del techo.
Después de ver la pagoda nos vamos hacia el hotel. El Anpha Boutique Hotel es un precioso hotel perfectamente situado en el distrito 1. Es un hotel muy estrecho; creo que he visto pocos hoteles con este exterior tan estrecho.
Es muy nuevo y tiene una decoración exquisita.Mientras esperamos para hacer el chek-in, nos traen un zumo de naranja
 
La habitación es muy bonita pero muy pequeña. Las maletas tienen que estar en el suelo y, al abrirlas, casi no queda espacio para pasar. Ni haciendo un "tetris" conseguimos tener más espacio.
 
Dejamos las maletas y nos vamos a comer al Burger-King (190000  VND) ya que lo tenemos cerca.
En nuestro pequeño recorrido por la tarde pasamos por el Edificio del Comité del Pueblo (Ayuntamiento).
La Ópera
La Mezquita central de Saigón fur construida en 1935 por musulmanes del sur de la India se ubica en el corazón de la siempre activa zona de Dong Khoi
La Torre Bitexco es un rascacielos de 68 plantas y 262 m de altura. Dicen que tiene forma de bulbo de loto pero nosotros, miremos por donde miremos, no sabemos encontrarle el parecido. En la planta 48 hay una pista de aterrizaje para helicópteros con un diseño un poco raro. Toda esta zona no tiene nada que ver con las calles estrechas del viejo Saigón y, por supuesto, representan un símbolo del progreso y la modernidad de la ciudad. En el barrio de Dong Khoi proliferan las tiendas de grandes firmas de renombre internacional que nada tienen que envidiar a las lujosas tiendas de cualquier gran ciudad. Realmente, aquí, no parece que estés en Vietnam.
 
El calor aprieta de lo lindo y estamos muertos de sed. Hacemos un alto para tomar un batido de café que está delicioso.
Llegamos hasta la estatua de Tran Hung Dao, héroe nacional  que, en 1287 derrotó a los mongoles de Kublai Khan. La enorme estatua está situada en medio de una gran plaza semicircular. Para hacer una foto correcta hay que atravesar una calle de cuatro carriles. Y, aunque ya nos consideramos unos semi expertos en cruzar las calles de Saigón, aquí digo No!, me veo incapaz de cruzar los cuatro carriles. Prefiero perder una foto que la integridad física.
Va oscureciendo y retomamos el camino de regreso al hotel. Delante del mercado de Ben Thanh se arma una buena cuando, un grupo de paradistas, recogen todos los bártulos y atraviesan la calle sin ningún miramiento.
 
El tapón que se organiza es de campeonato.
 
Entre pitidos de motos y coches llegamos a la calle de nuestro hotel. No tenemos demasiada hambre para cenar. Un plato de arroz con cerdo es mas que suficiente.  (125400 VND). Luego, derechitos al hotel y, por fin, respiramos algo de calma después del stres callejero.


MIERCOLES 16-7-2014

He dormido fatal. El ruido callejero ha sido tremendo. El hotel no es que tenga mucho aislamiento acústico. 
Vamos a desayunar; hoy optamos por un desayuno americano, de los completos: huevos con beicon, franfurt, tostadas...la verdad es que no estamos acostumbrados a comer tanto por la mañana. Yo, cuando estoy en casa, con un simple café con leche ya tengo suficiente para pasar toda la mañana y tanta comida y tan temprano, es demasiado para mi. Mañana seguiré con mi rutina y acabaré con las tostadas de siempre.
Desde la terraza del restaurante tenemos una bonita vista.  Se ve la torre Bitexco.
 
 incluso la estatua de Tran Hung Dao que ayer no pude fotografiar por falta de valentía para cruzar la calle.
 
A saber que estará pensando mientras le traen el desayuno.
Hoy nos vamos hacia el norte para ver los tuneles de Cuchi y el templo de Cao Dai. Mientras circulamos vemos curiosas motos pero, donde se ha metido el piloto?...
 
Paramos en la Pagoda de Giac Lam, una de las más antiguas de Saigón. Tiene una mezcla de budismo, confucionismo y taoísmo. Se encuentra en un lugar ajardinado y muy tranquilo. Es un lugar de peregrinaje para enfermos y ancianos.
 
Tiene un cementerio muy singular.
 
Nuestra próxima parada es Tay Ninh donde se encuentra el Gran Templo Cao Dai. La religión de Cao Dai tiene su origen en Vietnam y es una mezcla de varias religiones: cristianismo, islamismo, budismo, confucionismo, taoísmo, además de ingredientes propios.
Las revelaciones de un  funcionario que trabajaba para la administración francesa, durante una sesión de espiritismo,  llamado Ngo Minh Chieu crearon, en 1926, esta religión que, en los años posteriores, atrajo a numerosos seguidores. Su fuerza religiosa tuvo como consecuencia una gran  fuerza política y la provincia de Tay Ninh quedó como un estado feudal independiente. Durante la guerra del Vietnam no apoyó al Vietcong y tras la reunificación del país, el estado nacionalizó sus tierras como represalia e incluso hubo cuatro ejecuciones en 1979. Recuperó su papel en 1985.
El Templo de Cao Dai, tambien llamado Templo Divino representa la santa sede del caodaísmo. Esta sincrética religión tiene un curioso panteón; sus venerados santos son tan dispares como Jesus y Victor Hugo, Mahoma y Descartes, Buda y Lenin entre otros muchos personajes del arte, la cultura o política. Todo cabe bajo un mismo techo, simplemente se trata de ser tolerante.
El edificio es una mezcla de arquitectura de oriente y occidente: vemos campanarios, budas y tejados típicos de la arquitectura china e hindú.
 
La puerta de la derecha es para los hombres y la de la izquierda para las mujeres aunque, los turistas, debemos entrar, sin zapatos,  por la puerta de los hombres. La entrada es gratuita.
Su amplio interior, con techos de color azul representando al cielo, esta soportado por 18 columnas de color rosa envueltas en dragones y serpientes. Una vez dentro hay que seguir hacia adelante, no se puede retroceder y nunca pisar la zona central ya que está reservada a los monjes, que ya se encargan de controlar que no pises la línea de traspaso.
Al fondo del templo hay el altar principal, destacando una gran bola del mundo junto al ojo divino, el ojo que todo lo ve.
Hay cuatro oficios diarios: 6:00, 12:00, 18:00 y 00:00. Estamos de suerte ya que podremos ver el de las 12:00. Nos indican que debemos salir de la planta principal y subir las escaleras hasta la balconada que hay en el piso superior. Hay que ir rápidos ya que no es muy grande y los primeros lugares se llenan con facilidad.
Esperamos a ver que pasa ya que es la primera vez que asistimos a este tipo de oficio religioso.
Suena el "gong" y entre cánticos, y  en un orden rigurosísimo, van entrando los monjes. Las mujeres vestidas de blanco, símbolo de la pureza.
 
Los hombres pueden vestir de diferentes colores en función de su afiliación: de rojo los que siguen corriente cristiana, de amarillo los que siguen influencias budistas y de azul los confucionistas.
Estamos unos 20 minutos siguiendo el oficio religioso pero, como es más bien sosillo, optamos por marcharnos de manera sigilosa y casi de incógnito.
Cuando hay la ceremonia no se puede pasear por los alrededores del templo. La zona central está prohibida y también se encargan de recordártelo. Esto se tiene que tener en cuenta ya que, hasta que no finaliza (dura unos 40 minutos) no se pueden sacar fotos de casi nada del exterior.
Hemos quedado contentos con esta visita ya que desconocíamos totalmente esta peculiar religión y a sido muy interesante.

Volvemos al coche para continuar nuestro camino hacia los tuneles de Cuchi. Llegamos a Cuchi a las 2:00.
Esta red de túneles fueron construidos durante la ocupación francesa y ampliados durante la guerra del Vietnam. Los campesinos excavaban los túneles durante la noche. Hay más de 200 km de túneles, construidos en zig-zag que comunicaban varias aldeas. Esta red laberíntica de túneles fueron muy importantes en la resistencia que presentó el Vietcong a las tropas americanas. 
Las entradas estaban perfectamente camufladas, tanto era así, que los americanos montaron un campamento encima y ni se dieron cuenta. Los vietnamitas aparecían, robaban suministros, hacían emboscadas y se volatilizaban.

Los túneles fueron descubiertos  por casualidad, cuando un soldado, pensando que se había sentado sobre un escorpión, se pinchó con un clavo de una de las entradas.
Cualquier intento de hacer salir a la gente que estaba en su interior fue infructuoso. Los túneles eran tan pequeños que los americanos, mucho más corpulentos que los vietnamitas, no podían entrar. Utilizaron todos los elementos que tenían para eliminar a todo ser oculto: gases tóxicos, agua, explosivos, "hombres rata", perros...
Los tres niveles de profundidad de los túneles, las falsas entradas, las trampillas explosivas, y el ingenio, tenacidad y valentía de los vietnamitas hizo fracasar todos los intentos de los americanos para reducirlos.
Al no poder vencerlos, toda el área de Cuchi fue tremendamente bombardeada. Aún, en la actualidad, la tierra y el agua contienen sustancias químicas y las cosechas son más bien escasas.
Es bien cierto el lema de los Vietcong "Lucharemos mil años más". Nunca fueron vencidos.

Tenemos suerte, casi no hay gente.  La entrada cuesta 90.000/ pax.
Primeramente, en un bunker acondicionado como sala de exhibición, hay una introducción de la guerra mediante la proyección de un vídeo. El enfoque es siempre desde el punto de vista del Vietnam.
Acabada la proyección, el guía turístico, nos llevará hasta la zona donde hay unas reproducciones de como eran las trampas para los enemigos.
El lugar donde habían las trampillas para entrar a los túneles, perfectamente camufladas entre las hojas.
 
Las dimensiones son tan estrechas que incluso un joven delgadito tiene problemas para meterse dentro. No hace falta decir que nosotros ni se nos ocurrió probarlo.
Hay también  muñecos que reproducen la vida diaria de los vietnamitas en los túneles. Todo se aprovechaba: las bombas eran reutilizadas, con los neumáticos de las ruedas de los coches se hacían las zapatillas. Tenían poco y todo lo que podían robar o había caído en sus manos era aprovechado.
 
El momento cumbre es la entrada a los túneles. Hay tres recorridos en función de lo atrevido que sea cada uno, de 5 metros, 15 m o 25 m. Los túneles eran muy estrechos y de poca altura; se hacia difícil caminar por ellos ya que se debía ir en cuclillas. Actualmente los han ensanchado para la visita turística pero, aun así, son muy estrechos. 

Nosotros hemos escogido el de 5 metros ya que consideramos, que para ver como son, ya tenemos suficiente. Antes de entrar el guía nos advierte que si tenemos claustrofóbia o sufrimos algún tipo de enfermedad cardíaca o pulmonar, que no bajemos. Yo si tengo claustrofóbia y la intención era no entrar pero, al ser tan poco gente, quiero atreverme, aunque sea con el pequeño.
Realmente son claustrofóbicos. La suerte es que somos un grupo muy pequeño, nos hemos repartido entre los tres túneles y algunos, ademas,  no han entrado. En el de 5 metros hemos entrado solo cuatro personas. Cesc toca con los hombros los laterales de las paredes y tiene que ir muy agachado. Al salir, me comenta que del tunel de 5 metros, le ha sobrado un metro.
Hay también la posibilidad de disparar con munición real. Como nosotros somos de la rama pacífica, optamos por tomarnos una coca-cola en el rudimentario bar.
Luego, seguimos el trayecto de regreso.
 
 
Aunque está arreglado de manera muy turística, la visita es interesante por la historia que representa.
Volvemos al coche y ponemos dirección hacia Saigón, a la que llegamos a las 17:00 de la tarde. Hoy ni tan siquiera hemos comido, estamos bien!

Al llegar al hotel nos pegamos una ducha de campeonato y descansamos un poco. Hoy cenaremos a lo grande, nos vamos al restaurante el Gaucho . El restaurante está muy bien. Hemos cenado de maravilla el entrecot americano, según Cesc, está de muerte y el pollo, que me he comido yo, buenísimo. Nos ha salido un poco caro, pero ha quedado compensado por la comida que no hemos hecho al mediodia. El día ha sido redondo y completo. Nos vamos satisfechos a dormir.

JUEVES 17-7-2014

Hoy nos hemos permitido el lujo de levantarnos más tarde después de unos días de madrugones. Continuo pensando que el hotel es una maravilla pero el ruido del exterior se oye mucho. Hoy es el último día que estamos en Saigón y aún nos quedan algunas cosas por ver. Después del desayuno hacemos el check-out y dejamos las maletas en el hotel.

Empezamos el día en el Museo de CHCM. En este museo queda reflejada la historia de la ciudad. El exterior del edificio es bonito, de estilo neoclásico .
 
El interior es bastante sobrio.
 
Algunas zonas necesitan alguna remodelación.
Hay piezas arqueológicas y alguna muestra representativa de las tradiciones de algunas etnias.
 
En el segundo piso hay una buena representación del proceso de independencia.
 
En los jardines se puede ver armamento militar como el reactor F-5E que fue utilizado para bombardear el Palacio Presidencial (Palacio de la Reunificación).
En este lugar es frecuente ver parejas de recién casados fotografiándose en las escaleras interiores del edificio. No entiendo porque, ya que el edificio, bonito, bonito no lo encuentro.
En nuestro camino hacia El Parque de Tao Dan nos encontramos en la acera con un inmóvil transeúnte.
El parque es un oasis dentro de la ciudad. Nos sentamos en uno de sus bancos mientras nos refrescamos con una coca-cola (10.000 VND). Realmente es una delicia tener un espacio verde en una ciudad tan caótica.
En un rincón hay unos arbustos con forma de dragón.
También vemos una reproducción de las Torres Cham de Nha Trang.
En otro rincón del parque hay una representación de esculturas contemporáneas.
El parque nos ha gustado ya que ha sido un buen lugar para hacer un descanso de la caminata. Un poco más descansados, ponemos dirección hacia el Palacio de la Reunificación (30.000 VND). El horario de apertura es de 7:30 am -11:00 am y de 1:30 pm - 4:00 pm. Hay que estar atentos ya que cierran muy pronto tanto por la mañana como por la tarde. El edificio es moderno y se encuentra rodeado por una verja que se hizo famosa en  1975 cuando Saigón fue tomada por el ejército del norte; Vietnam del sur se rindio al norte y un tanque nor-vietnamita atravesó la puerta de hierro forjado del palacio. Todo un símbolo de la reunificación del pais.
En el palacio vivió el presidente sur-vietnamita Ngo Dinh Diem. Este presidente fue tan impopular que su propio ejercito intentó asesinarlo bombardeando el palacio. Ante el temor de un nuevo intento, el presidente ordenó la construcción de un nuevo edificio en el mismo lugar pero con un refugio en el sótano. Diem nunca llegó a ver la obra ya que fue asesinado en 1963 por sus propias tropas. El edifico fue ocupado por el siguiente presidente sur-vietnamita Nguyen Van Thieu hasta que tuvo que huir por piernas en 1975.
Se puede ver la salas del consejo de ministros y sala de recepciones.
 
Oficina de mando del presidente
 
Aposentos privados.
 
Pista de aterrizaje para helicópteros
En los sótanos hay las cocinas, el centro de telecomunicaciones y una red de túneles.
 
En el exterior, los tanques.
El palacio-edificio gubernamental es enorme y la visita ha sido interesante. Hubieramos podido entretenernos un poco más ya que, al salir del museo, nos cae una tromba de agua para la que no sirven ni paraguas ni na!.
Cuando la lluvia no es tan intensa aprovechamos para desplazarnos hacia el Museo de Recuerdos de la Guerra. El horario es de 7:30 am -12:00 am y de 1:30 pm -5:00 pm.

En el exterior hay vehículos blindados y armamento.
 
El museo es una clara exposición de la brutalidad de las guerras. Se muestran muchas fotografías de los horrores ocurridos durante la Guerra del Vietnam. Atrocidades cometidas por los soldados americanos, las secuelas de los agentes químicos, especialmente el "agente naranja" sobre la población: niños nacidos con deformidades, malformaciones físicas y mentales; la deforestación  de la selva vietnamita; armas que en su día fueron secretas, como la fléchette, un proyectil de artilleria llena de miles de pequeños dardos.
 
 
Al salir del museo vuelve a caer una gruesa lluvia. Abrimos los paraguas y caminamos buscando un lugar para comer ya que es la hora de llenar la panza. Nos quedamos en el primer chiringuito que vemos ya que, por esta zona, tampoco hay tanto para elegir: unos spaguettis para mi y un bistec con patatas para el caballero; como el vino no es caro pedimos una botellita.
Comida sencilla y no demasiado buena pero tenemos suficiente. Al pedir la cuenta tenemos una pequeña trifulca con el empleado ya que nos ha cobrado cuatro euros de más de la botella de vino. Por mucho que le enseñamos la carta y la botella de vino el tio no entra en razón alegando que era de otra añada: vaya cara!! Al final optamos por pagar ya que no hay manera de ponernos de acuerdo.

Dejamos este lugar con mal humor y nos vamos hacia la Pagoda del Emperador de Jade, sorteando el millón de motos que encontramos a nuestro paso.
 
Vaya! justo al llegar acaban de cerrar. Con carita de pena le pedimos a la chica que por favor nos deje entrar, que solo serán dos minutos. La joven se da la vuelta. A sus espaldas hay  una mujer mayor que está gesticulando con las manos a la vez que, con voz alta, se dirige a la chica. Suponemos que le está diciendo que no, que no entramos y punto! Pero, parece que la joven se apiada de nosotros y nos dice que, como mucho, podemos ver el exterior pero que el interior está cerrado y la llave la tiene la abuela. Bueno, menos da una piedra. La pagoda fue construida en 1909 por los fieles de Cantón en honor del dios supremo taoista el Emperador de Jade o Rey del Cielo, Ngoc Hoang.
En el patio hay bancos para sentarse, el incinerador para quemar ofrendas de papel, un pequeño habitáculo donde se encuentra la estatua de un filósofo budista y el estanque de las tortugas, consideradas en Vietnam símbolo de la longevidad, fortuna y buena suerte.
Poca cosa más podemos ver ya que el templo está cerrado a cal y canto y su guardiana, no suelta las llaves. De todos modos estamos muy agradecidos a la joven que, por lo menos, nos ha dejado ver el patio. Queremos dejar una pequeña "propinilla" en agradecimiento pero, la muchacha insiste en que no es necesario. Bueno, pues muchas gracias!!
Estamos un poco lejos y empieza a oscurecer. Optamos por coger un taxi hasta el hotel (50.000 VND).

Por un problema técnico, el hotel se ha quedado sin wifi y no podemos comunicarnos con la familia a través del "whatsapp"; tenemos que echar mano de la tarjeta del mobil. Recogemos todo el equipaje, esperamos un táxi y directos hacia la estación de tren.
Como no sabemos muy bien como estará la estación, llegamos con bastante antelación. Compramos unas bolsas de patatas y otras cosillas para picar y unas cervezas bien fresquitas mientras esperamos nuestro tren.
Nuestro tren llega puntual.
Buscamos nuestro vagón al igual que mucha otra gente. Cuando lo encontramos, mostramos nuestros billetes al revisor y para adentro. Me recuerdan mucho a los trenes de la renfe del año de la "catapúm". Aquellos que, para subir, tenían que darte un empujón de lo alto que eran las escaleras. Evidentemente, subir con la maleta, no puedo. Por suerte, el revisor me ayuda y, en un plis plas, ya está dentro del vagón. Cesc está fuertote y no necesita de ayuda.
La primera impresión no es muy buena, pero ya lo sabíamos.
 
Pensando en que el espacio sería más o menos como los trenes rusos, muy reducido, hemos preferido pagar un poco más y tener una cabina para nosotros solos.
Al ser principio de trayecto, la sábana bajera, está más o menos limpia, pero la manta y la almohada hacen el mismo trayecto una y otra vez, es decir, siempre son los mismos. Las cortinas caen a cachitos y las paredes tienen unos hermosos "chorretes". Como necesito ir al baño, me armo de valor y aprovecho antes que todo el vagón haga uso de él.
También es de los de antes, de acero inoxidable o aluminio, no sé. Hay papel higienico y está bastante potable. No me quejo.
Aparte del dispensador de agua hay también unas encimeras para lavarte la cara.
Regreso a mi cabina.
Puntualmente el tren deja la estación de Ciudad Ho Chi Minh a las 21:25 en un balanceo típico de los trenes antiguos. El aire acondicionado empieza a salir con fuerza de la salida del techo. Sale con fuerza y a tope; a nosotros, que somos bastante calurosos, incluso nos molesta de lo fuerte que está y no hay posibilidad de regularlo. Nos preparamos unos bocadillos de pan de leche y fuet que nos hemos traído de casa.
Después preparamos el saco-sabana que también hemos traído de casa. Por lo menos dormiremos en "nuestras sábanas" aunque esto de dormir, ya veremos.

VIERNES 18-7-2014

Vaya noche más movidita en el buen sentido de la palabra. En algunas ocasiones parecía que el tren iba a descarrilar y vaya frío; la cabina parece una nevera porque el aire acondicionado sale a tope. 
Después de esta primera noche en un tren vietnamita me atrevo a daros algunos consejos para hacer el viaje más agradable:

-Si os lo podéis permitir, comprar una cabina entera. Con esto ganáis movilidad dentro de este espacio tan pequeño. 

-Tanto si estáis solos o tenéis que compartir cabina, lo mejor son las camas inferiores ya que el aire acondicionado sale muy fuerte, excesivamente fuerte y, las literas de arriba son las que reciben todo el impacto de la fría corriente.
-Si sois algo escrupulosos, lo más adecuado es llevar un saco-sabana (nosotros las compramos en el Decathlon) y también una almohada aunque sea pequeña (tipo las del avión o alguna hinchable) pensad que las almohadas no las cambian.
-Si tenéis algo de espacio en la maleta o en la mochila también es muy apropiado llevar una manta polar pequeña (la nuestra nos costó 5 euros y ocupa muy poco espacio). Las camas solo tienen una bajera y una manta. Esta manta algunas veces no está en muy buenas condiciones de higiene. Coincidimos con una pareja de recién casados y la chica pasó tanto frío que tuvo que taparse con la manta y, a la mañana siguiente, tenía todas las piernas con unas ronchas feísimas que le picaban un montón. 

El lavabo después de estar toda la noche en "funcionamiento" debo decir a su favor que, aunque no está impecable, si está correcto: no hay lagunas en el suelo y aún  queda papel higiénico.

Llegamos a Nha Trang a las 7:25 de la mañana. Según el mapa, nuestro hotel no está demasiado lejos así que, con las maletas a cuestas, salimos de la estación y comenzamos a caminar en dirección al hotel. 
Realmente no está demasiado lejos pero la caminata ha sido muy incómoda ya que hay que sortear todas las motos aparcadas en las acera, subir y bajar bordillos, circular por la carretera, intentar evitar que te atropellen, en definitiva...toda una gymkana!

Al llegar tan temprano al  hotel Tristar aún no tenemos la habitación disponible. 

 

Las recepcionistas son muy amables y nos dicen que, si nos apetece, podemos desayunar. Como ayer cenamos poco ahora tenemos hambre, con lo cual accedemos sin pestañear.

Después del desayuno, cogemos un taxi para ir a la Pagoda de Long Son, también conocida como la Pagoda del Buda Blanco. Esta pagoda fue construida para conmemorar a monjes y monjas que murieron en la lucha contra el gobierno de Diem. Esta construida a modo de terrazas
El centro lo ocupa un gran incensario.
 
 
En un segundo nivel encontramos la figura del Buda reclinado
y la Torre de la Campana.
El calor es agobiante y, a cada paso, intentan venderte abanicos. En un tercer nivel se llega a una gran explanada desde donde parte el ultimo tramo de escaleras para llegar a la figura del enorme Buda sentado sobre una flor de loto. 
Damos una vuelta por la terraza superior. No podemos entrar al interior del Buda porque está cerrado. 
Al bajar las escaleras de la terraza superior hay muchos chiringuitos; como estamos sedientos, lo aprovechamos y nos tomamos unas coca-colas.
Luego, emprendemos el camino de descenso  que, no hace falta decir, es mucho más placentero que la subida.
Al pasar por la Torre de la Campana vemos un extraño ritual: gente haciendo cola para meterse dentro de la campana y, una vez en el interior, un monje golpea la campana haciéndola sonar. Imaginamos que debe de tratarse de algún tipo de penitencia o algo similar ya que mucho sentido no le vemos. Pobres tímpanos!
En la zona inferior vemos los edificios destinados a los monjes que en este momento están a punto de comer.
 
Las monjas no comen, rezan.
Después de ver la Pagoda de Long Son cogemos un taxi hacia las Torres chams de Po Nagar.
Estas torres se encuentran en la colina de Cu Lao a unos 2 kilómetros del centro de Nha Trang.

Fueron construidas entre los siglos VII y XII por los pobladores del antiguo reino champa. Todo el complejo venera a la diosa protectora del lugar,  Yang Ino Po Nagar. Del total de las 10 torres que se supone que había, quedan ahora sólo cuatro. Inicialmente fueron construidas de madera pero, debido a los sucesivos ataques, fueron reemplazadas por otras de ladrillo y piedra.

Pagamos la entrada (22.000 VND x pax) y accedemos primeramente a la mandapa o sala de meditación. Era una sala hipostila de 24 columnas de las que ahora sólo quedan 10.
 
Después, vamos bordeando la colina hasta llegar a la cima donde se encuentran las torres. A este lugar de culto vienen numerosas personas a rezar y hacer ofrendas.
 
 
Las torres, al estar situadas en la cima de la colina, dominan todo Nha Trang.
Aunque son muy, muy turísticas, la visita es imprescindible por tratarse de los pocos restos de este reino. 
Desde aquí, cogemos otro taxi hasta la playa (39.000VND). Nha Trang es la capital costera de Vietnam. Tiene una extensa playa de arena blanca y unas olas ideales para practicar el surf.

 
 
Para los amantes de las diversiones hay un parque acuático llamado Vinpearl. Está situado en la isla Tre. En realidad se trata de un resort turístico formado por hoteles de lujo, restaurantes, el parque acuático y un acuario. Al estar en una isla, la única forma de llegar alli es con el teleférico, barco o siendo un excelente nadador!.
Caminamos por el paseo marítimo hasta llegar a un icono de la ciudad, la Torre Tram Huong. Es una pequeña torre en forma de flor de loto.
Es la hora de comer y buscamos algún restaurante. Nos quedamos en un italiano, para variar!
 
Las pizzas están muy bien. Hemos comido bien y bien de precio (dos pizzas, dos cervezas y dos cafes 300.000 VND). 
Cogemos un taxi (40.000 VND) y directos al hotel. Hacemos el registro de entrada y nos vamos a descansar. La habitación está muy bien, es amplia, con un gran ventanal, caja fuerte y minibar y un buen cuarto de baño. En definitiva, un hotel muy aconsejable y con una estupenda relación precio-calidad, teniendo en cuenta que nos ha costado 27 euros con desayuno incluido.


 
La cena la hacemos en la misma pizzeria que hemos hecho la comida ya que está muy bien. Hemos probado la pasta y también ninguna queja. Antes de regresar al hotel, recargamos el mobil (200.000 VND) y, muy pronto, nos retiramos al hotel. El dia ha sido muy largo y mañana nos espera otro tute de tren. 

SABADO 19-7-2014

No tenemos prisa para levantarnos. Una buena ducha y nos vamos a desayunar. El desayuno no es tipo bufet, hay una carta, bastante amplia, con distintas posibilidades. Será que nuestro desayuno diario siempre es más bien escaso que, cuando hay tantas cosas para elegir, nos agobiamos un poco. Cuando pedimos las tostadas, fruta, zumo y cafe con leche, la gente nos mira con asombro y acaban diciendo... 

-¿ Y ya está?

- Pues si...tenemos suficiente.

Es que, la verdad, no estamos acostumbrados al desayuno de huevos fritos con beicon, patatas y ketchup. Y, cuando veo que muchos vietnamitas empiezan con el cuenco de sopa, ya me doy la vuelta. Cada uno tiene sus costumbres.

Ponemos las maletas en orden y las dejamos en recepción. Nos vamos hacia la Catedral de Nha Trang  y, como siempre, teniendo mucho cuidado al cruzar las calles ya que, aunque no hay el tráfico de Saigón, todos los que van motorizados van a su bola y parece que, al de a pie, ni le ven.  
La Catedral de Nha Trang está construida sobre una colina. Es relativamente joven ya que se construyó entre 1928 y 1933. Es un edificio majestuoso y elegante teniendo en cuenta que fue construido con bloques de cemento. Desde la plaza inferior se va subiendo la colina hasta la entrada principal y la cueva de Maria, donde después de las misas diarias se reza a Maria.

 
La catedral está situada a la misma altura que la Pagoda de Long Son, de esta manera, budismo y cristianismo están a un mismo nivel.
Como aún es temprano, aprovechamos para acercarnos al mercado. Siempre colorido y bullicioso es un buen lugar para ver a los lugareños en su día a día.
 
 
 
De camino hacia el hotel vemos a dos "tukuteros" que menuda siesta se están pegando. Están en un estado tan letárgico que ni se dan cuenta que les estoy tomando unas fotos.
Curiosa es también la imagen del barbero en plena calle. Para cortarte el pelo!

Llegamos al hotel y recogemos las maletas para irnos hacia la estación. Aunque la estancia ha sido corta, hemos estado muy bien en este hotel. Bonito, barato y una gente muy amable.
 
Aunque la estación de trenes no está lejos, preferimos coger un taxi hasta allí. Tener que sortear motos, mesas y sillas, gente comiendo, y otras muchas cosas con las maletas, acaba siendo complicado. Un taxi es la mejor opción para llegar.
Como siempre vamos con mucho tiempo de antelación y la estación está semi vacia. Poco a poco se va llenando hasta el punto que ya no quedan sillas vacías y la gente con todo su equipaje se va arremolinando en la puerta que da acceso a las vías del tren.
A las 14:00 abren la puerta y... madre mía! todo el mundo empujando para acercarse a la vía del tren. Esperamos a que haya un poco de fluidez y también salimos nosotros. Las estaciones de tren son muy básicas al igual que los trenes. 
 
Las clases más económicas incluso dan un poco de miedito ya que tienen  las ventanas de los vagones semi cerradas por unas rejas. Otros vagones, evidentemente de categorias superiores, tienen hasta un "florero".

Nuestro tren se acerca y empiezo a sufrir. En este tren, al ser diurno y venir ya lleno de Saigon, no hemos podido reservar toda la cabina y la tendremos que compartir con alguien. 
Los anteriores pasajeros de nuestra cabina  han pasado la noche en el tren y se han apeado en Nha Trang, nuestro inicio de trayecto. El impacto visual al abrir la puerta de lo que será nuestra estancia durante más de 8 ochos, es tremendo. Todas las sabanas se arremolinan sobre la cama. La mesa está llena de comida, el cubo de la basura lleno. 

Mientras pensamos como nos organizamos, entran dos mujeres vietnamitas. Una de ellas parece que esta enferma ya que, sin ningún tipo de miramiento, se tumba en la cama  y se pone a dormir. 
Espero a que pase la "jefa" del vagón. Al ver mi cara y luego la cabina, no hace falta dar más explicaciones y en seguida se afana en limpiar la mesa. Al cabo de un rato vuelve con un trozo de tela blanca grisácea a la que le falta una buena dosis de "vanish", que evidentemente se trata de la bajera de la cama. 
Me siento en los pies de la cama y rezo para que las horas pasen rápido. En estos trenes no hay vagón restaurante ni bar ni nada que se le parezca por este motivo, la cena es servida en un "catering" muy curioso cuya comida viene en unos barreños de colores. 
 

-¿sopa?, ¿arroz?, ¿pollo?.

-Gracias, estamos servidos. Sacamos el fuet y los panecillos, que aún están tiernos, y comemos un  poco.

Los que no se atreven con el "catering", llevan comida instantánea, tipo fideos o sopa, que sólo necesita cierta dosis de agua para estar al punto. Hay una constante de  idas y venidas de la gente para llenar los bricks de agua y preparar su cena. 

Nuestra amiga solo ha levantado la cabeza para tomarse un montón de pastillas, lo que nos asegura que la mujer está fatal. Su compañera se ha ido a otra cabina y está charlando con otros vecinos.
Estamos bastante rato en el pasillo mirando por la ventana y en bastantes ocasiones nos regala bonitos paisajes que podemos ver a través de unos cristales muy poco transparentes.
 
Pasan las horas, tenemos el cuerpo como un cuatro ya que es imposible sentarse como es debido y hace un frío que pela debido a la potencia del aire acondicionado. Después de 9 horas de viaje, por fin,  llegamos a Da Nang.  Dejamos a nuestras compañeras de viaje durmiendo y nosotros bajamos rápidamente del tren. Incluso agradezco el bochorno de la noche; todo antes que continuar en aquel tren. Hemos llegado muy tarde, son las 23:30 y tenemos un transfer del hotel Orange que nos está esperando. Tocadas las 12 de la noche llegamos al hotel. Después de llamar a la familia, nos vamos directamente a dormir, estamos reventados.
 
 

DOMINGO 20-7-2014

A las 8:00  nos vienen a recoger para ir a las Montañas de Mármol, situadas a 12 km al oeste de Da Nang.  Las Montañas de Mármol están constituidas por cinco montañas de mármol y roca caliza. El nombre de cada una de ellas viene determinado por el elemento que representa: Thuy Son (agua), Moc Son (madera), Hoa Son (fuego), Kim Son (metal u oro) y Tho Son (tierra).

La peculiaridad de estas montañas es que contienen muchas  pagodas, restos de civilización Champa y cuevas naturales. La montaña más "completa" turísticamente hablando, es la del agua, Thuy Son

Tras pagar la entrada (15.000 x pax) la vista se pierde en una altísima escalera tallada en la roca.



Hay también la posibilidad de subir un buen trecho en un ascensor.
 
Nosotros optamos por armarnos de valor y subir por las empinadas escaleras. Podemos ver bonitas e interesantes pagodas
 
 
 
Algunas de estas pagodas están situadas en el interior de las cuevas.
 
 
Algunas de ellas están  custodiadas por enigmáticos personajes.
 
 
Pasamos por bonitas puertas

 
Desde lo alto hay una buena vista de la playa de China

Para visitar las Montañas de Mármol es importante ir temprano, llevar calzado apropiado, llevar agua en abundancia y un buen sombrero ya que el sol aprieta de lo lindo;hay que subir una buena cuesta  y, la excursión, puede hacerse un poco cansada. De todos modos es un sitio muy interesante.
Todo el camino hasta llegar a la entrada de las montañas está repleto de tiendas y fábricas que trabajan el mármol. 

Nuestra próxima parada es el yacimiento arqueológico de My Son. El centro intelectual y religioso más importante del reino Champa fue My Son, también se piensa que fue el lugar de retiro eterno de los reyes chams. 

Cuando el reino Cham desapareció, el lugar fue olvidado y sepultado durante siglos hasta que los franceses lo redescubrieron en 1885 y restauraron partes del yacimiento, pero la guerra del Vietnam destrozó la mayor parte de los templos restaurados y los que aún se mantenian en pie. Actualmente, de los 68 templos que había, sólo quedan en pie unos veinte y en un estado de conservación bastante pésimo. Aún así, vale la pena hacer la excursión hasta My Son ya que es el yacimiento más importante del reino Cham en todo Vietnam. Tan importante es, que forma parte del Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1999.

Pagamos la entrada 100.000 VND x Pax y caminamos hacia el recinto arqueológico. Es importante llegar temprano para evitar el solano y llevar agua en abundancia. Las construcciones de My Son están divididas en 10 grupos que llevan los nombres de las letras del alfabeto. Los grupos más importantes son los del B, C y D y que además, están situados en el centro del complejo. Los templos tienen influencias indias e indonesias, pero lo que llama más la atención son las torres de ladrillo rojo.
 
 


 
Algunas construcciones están medio sepultadas en la tierra al lado de grandes socavones provocados por las bombas. Aunque la zona esta limpia, lo mejor es no alejarse del camino.

La visita a My Son se complementa con un pequeño museo y centro de exposiciones.


  
El museo no es gran cosa; el museo importante para ver y comprender el reino Cham se encuentra en Danang, ciudad que veremos más adelante.
Después de la visita a las ruinas de My Son, nos vamos hacia Hoi An que, según dicen, es la ciudad más bonita de Vietnam.
Llegamos al hotel   Vinh Hung Emerald Resort a la hora de comer.

Es un hotel muy bonito. Esta situado al lado del rio y, caminando, se llega fácilmente al centro de la ciudad de Hoi Han. Estamos hambrientos y, como es bastante tarde, nos quedamos en el restaurante del mismo hotel: filete a la pimienta verde y pollo con bacon: exquisito!
 
Además tenemos una vista fantástica de la piscina infinity y de los jardines del hotel. Sin lugar a dudas un hotel para gozar, lástima que nosotros siempre vamos a toque de pito.

Descansamos un poco y nos comunicamos con la family. Nos informan que vayamos con cuidado ya que las lluvias que están azotando Vietnam han causado algunos muertos y desaparecidos. Esperemos que nos vayamos librando de las lluvias torrenciales, aunque ya hemos visto como son cuando estábamos en el delta del Mekong. El hotel está al lado del rio. Cesc se acerca hasta la orilla y hace un cálculo de los metros que tendría que subir el río para alcanzar la habitación. Realmente tendría que ser una crecida espectacular.

Después de una buena ducha, hacemos la selección de ropa para lavar. Hay tanta humedad que vamos todo el día con la ropa empapada y necesita un buen lavado. Lavar la ropa en el hotel es barato y por lo menos la tendremos limpia unos días más. Entre una cosa y la otra ya ha oscurecido y vemos "Hoi An la nuit". La luz de los farolillos le da al ambiente un aire casi mágico.

Cenamos en un restaurante, de los muchos que hay, llamado "The Mango Mango". Es un restaurante que tiene bastante fama. Antes de servirnos la cena hay un apagón general y tienen que encender todas las velas. La comida esta bien pero, quizás nos esperábamos algo más.

Regresamos al hotel.

Al ser un hotel abierto al exterior, en cuanto oscurece empiezan a salir los pequeños o grandes dragones para ir a la caza. 
Un dragóncete adolescente, sin pedirnos permiso, se ha colado en la habitación. 
Lo miro con cara de pocos amigos y le advierto:
-Quieto aqui arriba que, como se te ocurra pasearte por encima de la cama, será tu última excursión.

Volviendo la cabeza hacia el "pequeño intruso" por última vez, cierro los ojos y a dormir.



LUNES 21-7-2014


Lo primero que hago al abrir los ojos es mirar al techo, el dragoncete no está, luego miro la cama, parece que tampoco. Mejor, se ha librado de una buena.

El desayuno es tipo bufet: hay un poco de todo y no está mal. Los zumos son muy malos y pasamos de ellos. Hoy toca todo el día en Hoi An. El día no pinta demasiado bien, al poco rato de salir del hotel, ya nos toca abrir el paraguas. Vaya!
La ciudad es Patrimonio de la Humanidad desde 1999 y las normas para mantener este patrimonio son muy estrictas, y los edificios se restauran con mimo para preservar su estructura original. La circulación de automóviles no está permitida por el centro, circulando sólo las bicicletas y las motos.
Hoi An fue un enclave comercial importante durante los siglos XVII y XVIII. Fue también el primer lugar de Vietnam donde los chinos se asentaron. Influencias chinas y japonesas son bien patentes en la ciudad. La decadencia de la ciudad llegó cuando, debido a los sedimentos del rio, la navegación se hizo cada vez más difícil y la ciudad perdió su importante puerto comercial, eslabón de las culturas orientales y occidentales.
Compramos los tickets para visitar la ciudad antigua 120.000 VND x pax. Estos billetes te dan derecho a visitar cinco casas. Miramos bien el mapa y la guia para ver que casas nos interesan más.
Atravesamos el Puente Cubierto Japonés. Construido por los japoneses a finales del siglo XVI, unia el barrio japonés con el barrio chino. Es un puente muy elegante construido en madera y piedra de color rojizo. El puente está custodiado en sus extremos por guardianes: perros y monos. Cuenta la leyenda que este lugar era la morada de un terrible monstruo llamado Cu, que tenia la cabeza en la India, el cuerpo en Vietnam y la cola en Japón. Cada vez que se movía, terribles desastres naturales azotaban el país. El puente se construyó en la parte más débil del monstruo y este murió. Después de darle muerte, los remordimientos de los habitantes de Hoi An hicieron que construyeran un templo para rezar por su alma. El puente es gratuito pero, el pequeño templo que hay en memoria del monstruo, exige la presentación del ticket. Nosotros sólo ojeamos desde fuera.


 

 
Pasear por las calles es una auténtica delicia. Los farorillos se encargan de dar luz, color y mucho ambiente a las calles.
 
Nuestro primer ticket lo empleamos para ver el Salón de los fieles chinos de Fujian. En un primer momento fue una sala tradicional de reunión y posteriormente se transformó en un templo.
 
Continuamos con la Capilla de la familia Tran. Construida en 1802 por un miembro de la familia para rendir homenaje  a sus antepasados. 
Tran Tu, el constructor de la capilla, acabó ostentando el cargo de mandarín. En el edificio queda bien patente las influencias chinas.
 
Seguimos con la Casa Trang.
Con una antigüedad de tres siglos, muestra también influencias chinas y japonesas.
 
Entramos en la Pagoda de Phac Hat, con un patio repleto de bonsais.
 
Entre visita y visita, el ritmo de la ciudad es continuo.
 
 
La Casa Tan Ky, de mas de dos siglos de antigüedad.
Entramos en la Casa Comunal Minh Huong

 
Entre paseo y paseo nos acordamos que ya es hora de comer. Nos quedamos en un pequeño restaurante al lado del rio
Hemos pedido pizza, cervezas y cafes y la comida ha estado bastante bien. Desde la ventana, la vista del rio y su gente, es muy agradable.
 
No nos entretenemos demasiado ya que la visita a las casas que nos quedan cierran temprano y hay que darse prisa.
Pasamos por el Pozo de Ba Le, un pozo normal y corriente pero que tiene la particularidad de que, con su agua, se prepara el auténtico cao lau, una especialidad de Hoi An. Dicen que data de la época cham. La gente mayor llega hasta el pozo para llenar los cubos de agua.
Hemos encontrado algunas pagodas a las que hemos podido entrar sin el ticket.
 

 
Todas, sin exclusión, son muy bonitas.
 
Dejamos para la última visita el Taller de Artesanía ya que, a ciertas horas, hay un espectáculo folclórico de canto y danza. Nos acomodamos ya que, poco a poco, se va llenando el local, que es bastante pequeño. El pequeño espectáculo que nos han ofrecido no ha estado mal.
 

   
Acabada la función, seguimos paseando por la ciudad, ahora sin prisas y contemplando los edificios color ocre, reflejo de la influencia francesa.
  
Y también podemos observar como discurre la vida en la calle.
   
El río da vida a esta hermosa ciudad.
Con tanta caminata nos ha entrado hambre. También es verdad que hemos comido temprano. Nos quedamos en un restaurante llamado "Alfresco's".
Hemos cenado filete australiano i pollo con tres cervezas 700.000 VDN. Ha estado bastante bien.
 
Despues de la cena y, poco a poco, nos vamos hacia el hotel.

MARTES 22-7-2014


El despertador suena pronto y, a las 8:00 en punto ya estamos en la carretera dirección Danang, una ciudad de moda debido a la activa vida nocturna que posee. A nosotros no nos interesan sus atributos nocturnos sino culturales. Nuestra primera parada es el Museo de Escultura Cham,  (40.000 x pax VND).Su construcción data de 1915 y es de estilo colonial francés. Este museo alberga la mayor colección del mundo de objetos cham.

Hay más de 300 piezas entre altares, apsaras, imágenes de Shiva, Brahma y Vishnu entre otras muchas obras escultóricas.
 
 

El museo no es conocido pero está bastante bien, además lo hemos podido ver tranquilamente, ya que no había nadie.
Al salir del museo vemos, el Puente del Dragón. Este curioso puente tiene una longitud de 660 metros y una anchura de 35 m. Con sus seis carriles, alivia la congestión y representa una nueva vía de acceso a la ciudad y a las playas para todos los viajeros que llegan a la ciudad a través del aeropuerto. El puente se ilumina con  bombillas LED que pueden cambiar de color y aún más, la boca del dragón escupe bolas de fuego y agua según las necesidades. Toma ya!
 

Continuamos hacia la Pagoda de Phap Lam.

Tiene tres grandes estatuas de Buda en el patio.
 

En el interior hay otra estatua, también colosal e imponente ya que es de oro.


Nuestra siguiente visita es el Templo Cao Dai. Después del de Tay Ninh, es el templo más importante de esta religion con más de 55.000 adeptos, pero no tiene ni la grandeza ni la majestusiodad de Tay Ninh. 

No puede faltar el "ojo divino", símbolo de esta religión.
 
Decimos adiós a Danag frente al paseo de las esculturas y viendo a lo lejos el puente del dragón.
 


Sin entretenernos más, ya que la ciudad tampoco tiene demasiado para ver, ponemos dirección hacia Hué a través del llamado Paso de las Nubes. En el camino vemos una de las típicas postales vietnamita.


El Paso de las Nubes es en realidad el Puerto de Hai Van. En el siglo XV este puerto de montaña representaba la frontera entre Vietnam y el reino Champa. La carretera, muy montañosa, asciende hasta casi 500 metros. Desde lo alto, con el permiso de las nubes, hay una bonita vista.
 
 
En la cima... 

....hay los restos de una fortificación francesa que fue aprovechada por EUU y Vietnam del Sur durante la guerra.
 

El entorno, con los edificios llenos de agujeros de bala, bunkers y trincheras, no es demasiado bonito pero, a esta pareja de recién casados, no parece importarle demasiado.
Vivan los novios!


Aprovechamos para estirar las piernas, contemplar las vistas y esquivar a los numerosos vendedores que, incluso aquí arriba, se encuentran. 
Volvemos al coche y afrontamos la bajada de este puerto al que llegan hasta las cabras.

Durante la bajada, tenemos bonitas vistas
  
Encontramos poca gente y menos turistas. Incluso el búfalo nos mira con cara de asombro.
 

Para hacer 100 km y llegar a Hue hemos tardado nada menos que 3 horas. Menudo record!! Antes de ir al hotel queremos ver la Pagoda Nacional de Dieu De. Esta pagoda se encuentra cerca del canal de Dong Ba. Tiene cuatro torres bajas, una a cada lado de la puerta y dos flanqueando el santuario. 

Tenemos la mala pata que la pagoda la encontramos cerrada. Solo podemos ver los protectores de Buda.

Nos damos cuenta que estamos en un país "diferente" por las enormes pancartas que, de tanto en tanto, cuelgan de las vallas de las carreteras.

Como aún nos queda un poco de tiempo antes de comer, aprovechamos para ir a ver el Museo Ho Chi Minh .


Ho Chi Minh pasó diez años en Hue y, en el museo, se pueden ver muchas fotografías del padre del Vietnam moderno. En el museo no hay absolutamente nadie, incluso nos tienen que abrir puertas y luces. 
 
 

El museo no es que sea demasiado interesante pero, al ser uno de los más completos sobre Ho que hay en todo Vietnam, teniamos que verlo.
Nuestro hotel se encuentra en una calle muy estrecha, fea y sin asfaltar. 
-¿Pero donde nos hemos metido?

El hotel Serene Palace parece nuevo. 

Como en todos los hoteles de Vietnam, nos reciben de una forma muy calurosa, con fruta y zumos. Después de hacer el registro nos acompañan a la habitación. La habitación esta muy bien, es grande y tiene ordenador, caja fuerte, albornoces, minibar...una habitación muy completa.

El baño también es muy amplio.
 

Aunque esté en una calle no muy bonita, hemos acertado plenamente con la elección de este hotel.
Es la hora de comer y estamos hambrientos. Hemos visto un italiano cerca de aquí. Para allá vamos. La trattoria se llama Little Italy. El restaurante es grande y tiene buena pinta.


Los spaguettis a la boloñesa y los macarrones a los cuatro quesos han estado simplemente pasables. Lo hemos acompañado con cervezas y cafés, como siempre. (330.000 VND). 
Tenemos toda la tarde y, aprovechando que el sol está un poco calmado, nos vamos hacia la Ciudadela.
Lo primero que se aprecia, por encima de todo es la Torre de la Bandera, la más alta de Vietnam.


La antigua ciudad imperial queda enmarcada entre unos muros de 2 metros de grosor y 10 km de longitud, superando un foso de 30 metros de ancho y 4 metros de profundidad. Fue construida entre 1804 y 1833 y algunos la comparan con la Ciudad Prohibida de Pekin por el tamaño de la construcción. (105.000 VND x pax)
 

Cerca de las puertas de la torre de la bandera se encuentran los Cañones Sagrados, protectores simbólicos del palacio y el reino. Cada uno mide 5 metros de largo y pesa 10 toneladas.


De las construcciones originales solo queda en pie una pequeña parte, ya que las guerras contra los franceses y americanos hicieron estragos. Actualmente se está haciendo un gran esfuerzo para su reconstrucción. Una vez dentro de la ciudad, podemos ver el recinto imperial, palacios, templos, distintas residencias, bonitas puertas, lagos, puentes...algunos de los edificios estan bien restaurados mientras que otros se encuentran en proceso de restauración.
 
 
 
 
 
 
 
El sol poco a poco va desapareciendo sobre el horizonte, pero hemos tenido tiempo de ver toda la ciudadela que engloba tres recintos: la Ciudad Imperial, la Ciudad Cívica y la Ciudad Prohibida. La Ciudadela de Hue fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993 y, aunque queda mucho por hacer para recuperar un mínimo de su esplendor, su visita es imprescindible. 
Salimos satisfechos y acalorados. La humedad  es altísima y Cesc desea llegar al hotel para quitarse la ropa empapada y darse la ducha del siglo.

Antes de llegar al hotel pasamos por un museo donde se exponen aviones, tanques y otros artilugios militares.
  
Alrededor de las 19:30 llegamos al hotel un poco cansados. 
 
Pasamos por una reconfortante ducha y nos quedamos a cenar en el mismo hotel. Cena rápida y a dormir temprano.

MIERCOLES 23-7-2014

Hoy visitaremos las Tumbas Imperiales y mejor ir temprano para evitar el sol de mediodia. Desayunamos y a las 8:00 estamos ya en la carretera. 
Hue fue durante años la capital de Vietnam y, por lo tanto, residencia de los emperadores de la dinastía Nguyen. Las tumbas de estos emperadores se encuentran repartidas a lo largo del río del Perfume. De las siete que se pueden visitar, hemos escogido las más representativas. En nuestro camino de poco más de media hora en coche hasta llegar a la primera tumba, nos encontramos con uno de mis animales preferidos, el elefante.
 
La primera tumba imperial que visitamos es la Tumba de Minh Mang. (80.000 x pax). Esta tumba construida por su hijo y sucesor entre los años 1840-1843 se encuentra rodeada de bosque y naturaleza.

En esta tumba lo primero que vemos es el patio del honor o patio de las ceremonias. Es un patio central en el que se encuentran estatuas de elefantes, caballos, soldados y mandarines.
 

Unas escaleras nos conducen hasta el Pabellón de la Estela. En este edificio se encuentra una gran estela con la biografia del emperador Minh Mang, escrita por su hijo.


Cruzamos varios pabellones y terrazas y la Puerta de Dai Hong Mon, cuya puerta central se abrió para dejar paso a los restos mortales del emperador y luego se cerrró. Nunca más se ha vuelto a abrir.
 
Cruzamos el Lago de la Luna Nueva y nos encontramos con las escaleras que conducen al sepulcro del emperador. La puerta se abre una vez al año con motivo del aniversario de la muerte Minh Mang.

Regresamos al coche para continuar nuestro camino hacia la siguiente tumba: Khai Dinh, quizás la más imponente de todas. Es una tumba de pequeñas dimensiones pero muy filigranera. Tiene influencias occidentales ya que el emperador era muy amiguete de los franceses. Para su construcción no tuvo ningún reparo en utilizar todos los elementos posibles y de diferentes países para embellecer su tumba. El coste de esta última morada fue colosal y el emperador aumento mucho los impuestos a su pueblo con el consiguiente desagrado de los vietnamitas. El monarca murió tempranamente de tuberculosis a la edad de 40 años y fue su hijo quien terminó el mausoleo en 1931 y tras 11 años de construcción.
Tras pagar rigurosamente la entrada 80.000 x pax subimos los escalones que nos llevan al patio de honor.
 
Dos hileras de mandarines nos aguardan en este patio. Los de la segunda fila representan a los guardianes del emperador. Los rasgos de las estatuas presentan rasgos vietnamitas y occidentales, lo que muestra claramente la relación que el emperador tenia con los franceses.
 
 
En este mismo patio se encuentra el Pabellón de la Estela, de forma hexagonal


 
Otro grupo de escaleras nos conducen hasta el edificio principal, el Palacio de Thien Dinh, donde se encuentra el sarcófago del monarca.


 
Es una tumba bonita y diferente. Carece de las dimensiones de la anterior pero es muy detallista y filigranera.
Bajamos todas las escaleras más alegres que cuando las hemos subido y contemplando el pasamanos en forma de dragón...

...y nos vamos hacia la última tumba que hemos escogido: la de Tu Duc.
Se dice de esta tumba, construida entre 1864 y 1867, que es la más bonita de todas;quizás en su tiempo si que lo fue, pero ahora se encuentra en un estado de conservación bastante penoso. Esta rodeada de un bonito entorno. Pagamos la entrada, como todas 80.000 x pax y entramos.
Entre templos, palacios y diversos pabellones hay más de 50 edificios que se van sucediendo por los diferentes senderos.
 
 
Atravesamos el Patio de Honor con la atenta mirada de la guardia de honor y llegamos al Pabellon de la Estela.
 
El emperador diseño él mismo esta tumba que utilizó como palacio de verano. Como todos, su vida transcurría entre lujos extremos y excesos maritales. Tuvo más de 100 esposas e innumerables concubinas y, aunque cumplió con todas, no tuvo hijos. La frustración por no tener hijos queda reflejada en la estela que se encuentra dentro del pabellón. La estela es la más grande de Vietnam con un peso de 20 toneladas.
 
En el lago Luu Khiem hay una pequeña isla donde el emperador practicaba la caza menor.

La tumba de Tu Duc se encuentra rodeada por un muro aunque el no está enterrado aquí. No se sabe con certeza donde se enterró aunque se piensa que está en algún lugar de la pequeña isla del lago. Para silenciar para siempre el lugar de su reposo eterno, los 200 sirvientes que enterraron al emperador fueron decapitados. 
 
El costo de la construcción fue también enorme, al igual que los trabajos forzados, y el emperador tuvo que sofocar una rebelión popular que fue atajada en 1866. Supongo que rodaron más cabezas!
Damos por finalizada la visita a las tumbas imperiales y nos vamos hacia Hue pasando primero por la Pagoda de Thien Mu, situada a orillas del río del Perfume.

Esta pagoda tiene una torre de forma octogonal de 21 metros de altura que representa un icono de Vietnam y un símbolo de Hué.
Dos pabellones flanquean la torre. Uno contiene una estela del año 1715 y situada a lomos de una tortuga, símbolo de longevidad, y el otro pabellón contiene una enorme campana que, según dicen, puede oirse a 10 km de distancia.


 

Pasamos la entrada de tres puertas custodiadas por guardianes.
 
Y llegamos al templo.
 
En esta pagoda se encuentra el "Austin Westminster" que llevó al monje budista Thích Quàng Dú hasta el lugar de su inmolación en Saigón el 11 de Junio de 1963 en protesta por las persecuciones budistas que realizaba el entonces presidente Diem.
 
Todo el recinto de la pagoda es muy bonito y vale la pena llegar hasta ella ya que se encuentra a tan sólo 4 km de Hué.
Como hemos madrugado aún tenemos tiempo de ver el mercado de la ciudad. No tiene nada de especial pero siempre es bonito captar la esencia del día a día.
 
 
 
Es hora de comer y, aunque en el mercado hay comida para dar, vender y degustar, nosotros vamos a lo seguro y conocido: un filete a la pimienta verde en la trattoria que ya conocemos y que esta cerca de nuestro hotel.

Después de la comida, atravesamos el puente sobre el río del Perfume para llegar a un buen surtido centro comercial.

Pasamos la tarde mirando y comprando algo de fruta para cenar y, cuando anochece, regresamos al hotel.


JUEVES 24-7-2014


No he pasado muy buena noche. Tengo el estómago un poco revuelto y hoy no desayunaré. Salimos a las 8:15 de Hué. La intención es llegar hasta el Parque Nacional de Phong Nha para ver mañana las cuevas. Hoy se presenta un día bastante completo.

Encontramos la carretera llena de obras y pequeñas retenciones.
 
Al ir poco a poco podemos ver y fotografiar el día a día de los vietnamitas.
 
Queremos ver algo de la llamada DMZ (zona desmilitarizada). Curioso nombre que se da a una zona de 5 km de tierra a ambos lados del río Ben Hai y que separaba al Vietnam del Norte y del Sur. 
Una zona, en principio neutral, pero que fue duramente bombardeada y minada hasta la saciedad y en donde se libraron algunas de las batallas más sangrientas de la guerra del Vietnam. Aún en la actualidad siguen produciéndose accidentes y muertes, especialmente de aquellos sectores de la sociedad más débiles, como los niños o los campesinos, debido a que aún quedan muchos  explosivos sin detonar con lo cual, para visitar esta zona, hay que tener cuidado y no salirse de los caminos señalizados. 
Prueba de la dureza y crueldad de los combates acaecidos en esta región es el Cementerio Nacional de Truong Son. Situado en lo alto de una colina y casi aislado, contiene la friolera de diez mil tumbas con una sencilla inscripción: mártir, el nombre del soldado, y  fecha de nacimiento y muerte. Muchas tumbas, aunque tienen nombre, están vacías ya que muchos soldados constan como desaparecidos.
 
 
Su extensión y situación rodeado de bosque, junto con la quietud y silencio, hacen del lugar un sitio impactante.
Continuamos nuestro camino hacia los Tuneles de Vinh Moc. 
Nuestra llegada a este lugar es un poco extraña. No hay nadie y, cuando digo nadie, quiero decir que estamos completamente solos. Tenemos que buscar para encontrar a alguien. Damos algunas voces y al poco rato viene una mujer con cara de sorprendida. En medio de la calle le pagamos los 20.000 VND x pax y nos conduce hacia una habitación donde hay una televisión. Nos pone el audiovisual y nos deja solitos mirando la tele. Cuando se acaba la filmación nadie viene. Salimos y damos otra vez unas cuantas voces. Viene un joven con muy pocas ganas y nos dice que le sigamos, él será nuestro guía. 
 
Aún se pueden ver los enormes cráteres producidos por las bombas
Primeramente nos conduce hacia un pequeño museo en donde nos explica toda la red de tuneles.
Toda la zona de Vinh Moc fue bombardeada  sin descanso por el ejercito norteamericano. Para protegerse de los continuos bombardeos, la población local, principalmente campesina, construyó esta red de túneles en 13 meses y sin otro utillaje que sus aperos de labranza. Constan de tres niveles de profundidad: 12, 18 y 22 metros y 2,8 km de longitud.
El último nivel era  utilizado para refugiarse durante los bombardeos. El nivel intermedio servia para almacén de armamento y víveres y en el superior es donde vivieron más de 60 familias entre los años 1966 y 1972. 
Las entradas y salidas de los túneles se encuentran frente al mar de China
 
Los túneles conservan su aspecto original, a excepción de la luz eléctrica. 
 
A diferencia de los tuneles de Cuchi que se construyeron, en un principio, con finalidad militar, los de Vinh Moc fueron túneles construidos para refugio de los civiles. Este pueblo subterráneo tenía escuela, hospital, sala de maternidad, sala de reuniones...familias enteras vivían en agujeros pequeñísimos.
 
Los Túneles de Vinh Moc son más amplios que los de Cuchi y la sensación de claustrofóbia es menor, pero la luz es muy escasa, hay mucha humedad, bastantes escalones y la tierra es muy resbaladiza. Es interesante llevar una linterna.
 
Nuestro guía se desplaza por los túneles muy rápido y a mi me cuesta seguirlo ya que resbalo mucho y tengo miedo a pegarme el trompazo del viaje. Cada año llego a casa con un "souvenir" en las rodillas. Cesc hace de puente con una mirada hacia el guía y otra hacia mi. No me gustaría perderme aquí dentro. Respiro aliviada cuando salimos al exterior.

Continuamos solos el camino de regreso ya que el jovenzuelo, después de la propina, a tomado las de Villadiego.
Podemos ver toda la red de trincheras, restos de munición y las diferentes entradas mientras pasamos bajo las cañas de bambú.
 
 
La verdad es que esta visita nos ha gustado mucho. Si estáis por la zona os recomiendo la visita ya que son menos turísticos que los de Cuchi, tienen un emplazamiento fantástico y su historia es digna de conocer.
Continuamos nuestro camino hacia Phong Nha con una carretera infernal.  Los búfalos de agua están presentes en el agua, en la carretera y en el pasto.
 
Sobre las 16:30 llegamos a Phong Nha, con el estómago vacío ya que no aún no hemos comido. No es un capricho llegar hasta este pueblo que no tiene nada de nada, tenemos que hacer noche aquí para mañana poder ver las cuevas. No hay mucho por elegir en cuanto al alojamiento. El hotel por fuera no parece estar mal.
Pero, una vez dentro, ya no lo tenemos tan claro.
Estamos en el tercer piso y como no hay ascensor, Cesc se ocupa de las maletas y yo de las cosas pequeñitas. La habitación huele fatal y está llena de minúsculos bichitos. Al intentar abrir las cortinas, una nube de polvo queda flotando en el aire. 
Dejamos las maletas en la habitación, sacamos el mata cucarachas y mata mosquitos y rociamos toda la habitación. Ningún intruso de este tipo es bienvenido. Nos vamos hacia el centro del pueblo para averiguar desde donde salen los barcos hacia las cuevas.
Queda claro que estamos en una región kárstica de suma importancia, llamada Parque Nacional de Phong Nha-Ke Bang.
 
Los niños se bañan junto a los búfalos, mientras intentan saludarnos desde la otra orilla
Nos sentamos en una pequeña terraza mientras disfrutamos del paisaje. Todo está cerrado incluso la pequeña tienda.
Nos acercamos al lugar de compra de los billetes. También está cerrado pero hacemos una foto al cartel donde está expuesto todas las rutas que se pueden hacer. Nosotros tenemos solo la mañana y no podemos hacer una excursión demasiado larga. 
Compramos una coca-cola y volvemos al hotel para comer algo de lo que llevamos. Todos los bichitos han quedado muertos con la dosis letal de mata cucarachas que hemos echado y están esparcidos por la cama. Que asco!
Sacamos nuestro saco-sábana que ya nos ha sacado de más de un apuro y allá nos metemos. Mañana visitaremos las Cuevas de Phong Nha.

VIERNES 25-7-2014



A pesar de estar rodeados de pequeños bichos, no hemos dormido mal. Me he pasado toda la noche dentro de mi saco y no he sacado ni un milímetro de piel fuera, no sea que me acribillen.
La ducha no es excesivamente reconfortante, dado la poca limpieza que vemos por todos los lados.
Cualquiera se enjuaga la boca con este vaso!
No nos apetece nada desayunar en el hotel. Al otro lado de la carretera hay un bar. Como no hay manera de entendernos, pedimos unos cafés y un vaso de leche a parte y, nosotros mismos nos encargamos de hacer, como podemos, la mezcla.


A las 8:30 ya estamos en el muelle del pueblo de Son Trach. Hay un lío impresionante.Todo el mundo chilla y llegar hasta la ventanilla de la venta de tickets parece misión imposible. Por lo que vamos viendo, se pagan dos billetes por separado: uno es la excursión que se quiera hacer y otra cosa es el pago del barco. Ahora entendemos el porqué de todo este griterío. La gente intenta llenar el barco ya que, de esta manera se comparte, y sale mucho mas a cuenta. 


Intentamos hacer lo mismo con los pocos turistas que estamos. Parece que una pareja también está interesada en compartir barco pero, cuando ya estamos frente a la ventanilla para comprar el billete, nos dicen que harán otra excursión. Vaya!
Cesc y yo estamos de los nervios y optamos por pagar todo el barco ya que estamos viendo que va pasando el tiempo y aún estamos aquí, se nos viene la mañana encima y no podremos ver la cueva. Hay varias excursiones para elegir, desde tres a cinco horas de duración, hasta hay la posibilidad de pasar dos noches en el parque. Nosotros optamos por ver lo más típico: la Cueva de Phong Nha.
Comprados los billetes, más caro pero más seguro, ya que partimos de inmediato. Nos acercamos al muelle. Todas las barcas están esperando y hasta que no estén llenas no salen. Nosotros no tenemos este problema.
Nuestra barcaza está conducida por un chaval jovencito y por su madre. Negocio familiar. Al poco rato de salir, la mujer saca todas las sillas y las coloca al final de la barcaza.
Un gran espacio queda para nosotros solos.
 
Mientras el barco lentamente sigue su camino, nosotros vamos observando el paisaje formado por bellas montañas kársticas.
  
Los hombres, mujeres y niños se dedican a extraer algas del fondo del río. Estas algas ricas en nutrientes son ideales para alimentar el ganado.

  
Luego las algas son transportadas en las barcazas.
 
Durante unos 45 minutos vamos remontando el río hasta visualizar la entrada a la Cueva de Phong Nha.
El Parque Nacional de Phong Nha-Ke Bang fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en el año 2003. Posee las montañas de piedra caliza más antiguas de Asia y una impresionante colección de cuevas recorridas por ríos subterráneos. La Cueva de Phong Nha es una de las más largas del mundo ya que tiene 55 km de profundidad aunque solo se visita el primer quilómetro.
Al entrar en la cueva nuestro pequeño capitán para el motor y avanzamos a remo. Parece imposible que el niño tenga tanta fuerza para empujar la barcaza. Se toma su trabajo muy en serio y, a nosotros, nos da pena que un niño se dedique tan joven a un trabajo que parece bastante duro. 
 
Una vez en el interior, las estalagmitas se van sucediendo formando un paisaje de gran belleza.
 
 
 
Dentro de la cueva hay incluso una pequeña playa en donde desembarcamos y continuamos nuestro visita a pie. Nuestro barquero nos indica que recordemos el número de la barca para localizarla al acabar la visita de a pie.
Las barcas esperan en el exterior. La cueva es muy grande y tiene bonitas formaciones kársticas.

 
 

Poco a poco vamos vislumbrando la salida.
 
Una vez en el exterior vemos el bellísimo azul turquesa de las aguas del río. En este punto hay la posibilidad de ver la Cueva de Tien Son. Es una cueva seca y para verla hay que subir una buena cuesta. Nosotros no la vimos ya que nuestra intención era ver la de Phong Nha recorriéndola en la barcaza.
Buscamos nuestra barcaza de entre la multitud. 
Cesc ayuda empujandola para sacarla de su aparcamiento.
 
Reemprendemos el regreso hacia el pueblo. En menos de una hora llegamos a Son Trach viendo otra vez a los recolectores de algas, búfalos bañándose, niños jugando y bonitos paisajes.
 
 
Casi sin darnos cuenta, llegamos al pueblo. Le damos una propinilla al joven barquero. Se queda un poco extrañado e incluso no sabe si aceptarla o no. Su madre se apresura a decirle que la acepte. Faltaría más!.
 
Estamos contentos ya que la visita a las Cuevas de Phong Nha nos ha gustado mucho, a pesar del rodeo que hemos tenido que hacer para llegar aquí. Estamos satisfechos de poder ver esta maravilla de la naturaleza declarada Patrimonio Mundial.
No hay tiempo que perder y salimos pitando hacia Dong Hoi ya que hay que tomar el tren por la tarde. 
Llegamos a esta sosa ciudad a la hora de comer. Dong Hoi fue centro de operaciones del ejército norvietnamita, sufriendo mucho durante la guerra.
En un pequeño bar comemos un bistec con patatas fritas y una especie de pan con queso.
 
Apuramos los cafes al máximo ya que vamos con mucho tiempo. Nuestro tren hacia Hanoi sale a las 18:00. Una vez terminada la comida nos vamos hacia la estación de tren y esperamos, leyendo, haciendo sudokus y nos entretenemos como podemos.
 
En las estaciones de tren no hay demasiadas cosas para ver o caminar. Como vamos temprano nos sentamos junto al ventilador. El calor aprieta de lo lindo. Cuando falta poco para la hora de salida aprovecho para ir al lavabo. Una joven está muy enfadada y casi gritando y su acento me suena mucho. Resulta ser de Lérida y está muy enfadada porque en el lavabo hay que quitarse los zapatos y, como cuando aprieta, aprieta, a la chica no le queda más remedio que descalzarse y encima pagar. Yo miro al suelo, por nada del mundo pondré los pies en este suelo mojado. Me aguanto. En el tren también hay lavabo y si voy de las primeras es posible que esté en buenas condiciones.

El tren se retrasa más de media hora. Vemos a los locales  en la típica postura vietnamita: sentados en cuclillas. Para ellos es una postura muy natural ya que todos la practican: niños, adultos y ancianos. Sobre las 18:45 llega, por fin, nuestro tren.
 
Como los anteriores trenes que hemos cogido, éste tampoco es gran cosa. 
 
Como en todos, el aire acondicionado a tope. Comemos unas galletitas y sacamos el saco-sábana. Hoy sacaré también la manta polar. No quiero pasar frío y tampoco quiero taparme con la manta que hay en el tren de dudosa condición higiénica.
Nos espera toda la noche de bailoteo y, como no sabemos el rato que podremos dormir, nos metemos rápidamente en la cama, nos tapamos hasta las orejas y....hasta mañana.

SÁBADO 26-7-2014


Toda la noche hemos estado de traqueteo. Como se mueven estos trenes!. Sobre las 4:40 de la madrugada hemos llegado a Hanoi , capital de Vietnam desde la reunificación de Vietnam del Norte y del Sur.
Salimos de la estación y, el exterior, está lleno de taxis. Algunos de los taxis nos dan un precio fijo para llegar al hotel de 150.000 VND. Como nos parece muy caro, buscamos un taxi con meter. A veces pillar un taxi es tarea ardua en estos países ya que, aunque hay montones de taxis, muchas veces no tienen, ni quieren poner el "meter" ya que para ellos es más ventajoso hinchar la carrera con un precio que poner el meter.
Al final conseguimos uno que si pone el "meter" y, hasta el hotel, nos ha costado 50.000 VND, mucho más barato de lo que nos pedían. Llegamos al hotel aun en plena oscuridad, está cerrado y los recepcionistas están durmiendo en los sofás que hay en recepción. Al llamar a la puerta se despiertan y se dan prisa a doblar la manta, esconderla un poco y abrir rápidamente la puerta. 

El Golden Sun Suites Hotel es un hotel de tres estrellas. Por fuera no parece gran cosa pero, sólo al entrar, ya nos damos cuenta que la amabilidad de todo el personal roza la perfección. Nada más llegar nos ofrecen podernos duchar en una pequeña ducha que hay en el lavabo de la recepción. Nos dan jabón y toallas y, una vez duchados y relajados, nos abren el buffet del desayuno un poco antes de la hora habitual para que podamos desayunar. Todo un detallazo!
  
No tenemos la habitación aún disponible ya que es muy temprano. Aunque cansados por haber dormido muy poco, nos vamos a ver el barrio antiguo, corazón de  Hanoi. La ciudad empieza, poco a poco,  a despertarse pero aún encontramos comercios cerrados y otros acaban de abrir sus puertas.
 
Las mujeres preparan los "cacharros" para empezar la primera comida del día.
 
Mientras, un gran perro relame un bloque de hielo. No sabemos el destino de este hielo: conservar alimentos, bebidas o quizás lo desmenuzarán en trocitos, tal cual cubito, e irá a parar al vaso de un refrescante té. Sea cual sea su destino final, la estampa es de lo más curiosa.

Como es temprano aprovechamos para ir al mercado Dong Xuan. 

Tenemos que esperar mucho rato para poder entrar al Templo de Bach Ma. Nosotros esperamos a pie y otros tumbados sobre la moto. No hace falta decir que equilibrio no le falta.
Mientras esperamos contemplamos esta encrucijada de calles que, poco a poco, se va animando de gente y de tránsito.

 
Se dice del Templo de Bach Ma que es el más antiguo de la ciudad. Lo mando construir el emperador Ly Tahi To en el s. XI para honrar a un caballo blanco que lo habia guiado hasta este lugar.
 
Podemos ver la estatua del caballo blanco y un palanquín funerario lacado en rojo.

 
Continuamos hacia el Lago Hoan Kiem, lugar donde se encuentra el Templo de Ngoc Son, conocido también como el Templo de la Tortuga. Atravesamos un bonito puente de color rojo.
Previo pago de 20.000 x pax podemos entrar al recinto del templo.
Este pequeño templo está consagrado al general Tran Hung Dao que derrotó a los mongoles en el siglo XIII, La To (santo patrono de los médicos) y al erudito Van Xuong. Es un templo muy visitado.
 
 
Según la leyenda, mientras el emperador Le Thai To planeaba como vencer y expulsar a sus enemigos chinos de la dinastía Ming, se le apareció una gran tortuga llevando en su boca una espada mágica. Esta espada tenía la capacidad de aumentar la fuerza a quien la llevara. De esta manera el emperador consiguió derrotar a  los invasores chinos. Una vez vencidos, la tortuga volvió, se llevó la espada y desapareció hacia el fondo del lago. Por este motivo, el lago se le conoce con el nombre de "lago de la espada restituida". 
Dicha tortuga se cuenta que es la que vemos momificada en el interior de la pagoda. Las tortugas representan el símbolo de la longevidad.
Volvemos a cruzar el fotogénico puente de Huc
El lago es una zona muy animada, la gente viene para charlar, pasear, pintar...incluso se practica ingles. A cada momento te asaltan grupos de escolares y estudiantes en general para hacer práctica de su inglés. 


En medio del lago hay la torre de la tortuga, muchas veces utilizada como emblema de la ciudad. Antigüedad y modernidad en un mismo plano.


Vemos el Monumento a los Mártires erigido en memoria de todos los que perdieron la vida luchando por la independencia del Vietnam.
 
Frente al lago y en un parque se alza una gran estatua de bronce perteneciente a Ly Thai To el fundador de la dinastía Ly que gobernó durante más de doscientos años. Es venerado por los vietnamitas y la base de la estatua siempre está llena de flores.
La iglesia más antigua de Hanoi es la Catedral de San José. De estilo neogótico fue construida por los franceses en 1886. Solo la podemos ver por fuera ya que está cerrada.
La calle que da a la parte posterior de la catedral tiene las paredes recubiertas de frisos que hacen alusión a pasajes bíblicos.
 
Mientras paseamos, vemos un convoy militar que parece que van a rendir algún homenaje.
 
Volvemos hacia el hotel para ver si ya tenemos habitación. Por suerte ya la tenemos lista y la habitación es muy bonita y amplia.
Nos damos una buena ducha.
Al poco rato, llaman a la puerta y nos obsequian con una botella de vino y una bandeja de fruta. Otro detallazo!
Como lavar la roba es muy barato, preparamos un saco y metemos toda la ropa. En unas horas la tendremos lista.
Es hora de comer y el hambre aprieta. En la misma calle del hotel hay un restaurante italiano muy majo, "Green Mango". La pizza y los spaguettis de salmón están muy buenos.
 
La tarde la dedicamos a descansar un poco. Mientras estamos en el hotel, cae una tromba de agua impresionante y, debido a la tormenta, nos quedamos sin wifi. Cuando para de llover damos una vuelta por las calles y empezar a mirar cosillas para traernos algún recuerdo, que se va acabando el viaje y aún no tenemos nada.
Nos ha gustado unas figuras de madera de mujer vietnamita vestida con el típico traje, el Áo dài y el sombrero cónico. Están regaladas de precio. Las grandes 100.000 VND y las pequeñas 40.000 VND. No nos lo pensamos y las compramos. Son bonitas, no ocupan espacio y están muy bien de precio. Es la primera vez que podemos decir: bueno, bonito y barato!
Queremos ver el mercado nocturno que también se hace muy cerca de donde estamos pero, son las 19:00, aún es temprano y empiezan a montarlo. Como estamos cansados ya que estamos en pie desde antes de las 5 de la mañana, optamos por cenar temprano, en la misma pizzeria y retirarnos al hotel también temprano. Nos metemos en la cama y mientras miramos en la tele "Piratas del Caribe", nos quedamos dormidos como troncos.

DOMINGO 27-7-2014


Toda la noche ha estado lloviendo y ha amanecido con un día pésimo. Esta muy nublado y, de un momento a otro, empezará a llover. Mal día para hacer la excursión a Mai Chau.
Salimos de Hanoi sobre las 8:15. Hasta Mai Chau hay unos 150 km pero, aunque no son demasiados, ya nos han advertido que pasaremos horas en la carretera. Hablando de carretera, las condiciones del piso no es que sean excelentes; en realidad, la carretera es bastante deficiente y muy transitada.

Poco a poco vamos entrando en zonas rurales y se nota en el paisaje y, aún más, en el estado de la carretera.
 

A medio camino hacemos una pequeña pausa en un bar de carretera. Que bien poder estirar un poco las piernas.

Necesito ir al lavabo y... vaya sorpresa.! Los waters están separados por coloridas cortinas. Que poca intimidad!. Ajusto bien las cortinas no sea que, con el aire, se abran y dé la nota.

 
El día continúa feísimo. En ocasiones llueve con ganas y tenemos hasta niebla. Tardamos más de 3 horas y media en llegar a Mai Chau, un pueblo rural situado en un precioso valle.
También es un pueblo bastante turístico pero, debido al día, nosotros somos los únicos turistas, incluso parece un pueblo fantasma ya que no vemos ni un habitante. Las casas están construidas sobre pilares.
  
Sus habitantes se dedican a la confección de prendas étnicas destinadas a la venda para el turista. Es la primera vez que podemos mirar sin ser acosados...no hay ni el vendedor.
  
Los campos de arroz rodean al pueblo. Unos campos muy verdes que acentúan su color gracias a la lluvia que va cayendo.
   
Vaya! por fin vemos a alguien que trabaja el campo y algunas gallinas que se esconden entre la hierba.

En el mercado hay actividad pero el suelo está totalmente enfangado y se ve bastante caótico. Bajo los cristales para hacer una foto y un olor, bastante pestilente, entra en el coche.
 
Dejamos Mai Chau y volvemos hacia Hanoi. Después de tres horas y media de camino, con la compañía constante de la lluvia, que no ha parado en todo el viaje, nos damos cuenta que vamos llegando a Hanoi cuando, poco a poco, nos van  rodeando las pequeñas motos y, a lo lejos, vemos los altos edificios de la zona moderna.
 
Ha sido una excursión dura. Casi siete horas de coche para estar dos horas en un pueblo casi fantasma. Lo teníamos programado así y no hemos querido cambiarlo, que luego siempre vienen los arrepentimientos. Pero vaya...aunque el paisaje es muy bonito, no sé si ha merecido la pena la matada de coche. Hacemos una comida, que ya es casi merienda. 
Como aún es temprano, la intención es ir a ver el espectáculo de las Marionetas de Agua que realizan en el Tang Long Waterpuppet Theatre. 

Por suerte aún hay entradas para el espectáculo de hoy. Hay dos tipos de precios en función de la proximidad o lejanía de las butacas al escenario.

Nosotros hemos comprado butacas de primera, en teoría las más cercanas al agua, aunque, lo que se dice cerca, no estamos. No se si nos la ha colado la sosa mujer que nos ha vendido las entradas.

Las marionetas de agua es una atracción turística de Hanoi. Las marionetas están  talladas de madera de higuera y, los modelos en que se inspiran, son los propios campesinos, su vida cotidiana, los animales, y las criaturas fantásticas. Pueden llegar a pesar más de 15 kilos y medir casi medio metro y, la mayoría, son articuladas. Su vida media es corta ya que el agua las deteriora mucho pero asi siempre hay trabajo para los que se encargan de construirlas.
El teatro se sitúa en una piscina y los marionetistas se colocan detrás de un biombo con el agua hasta la cintura. Es toda una profesión ya que se entrenan un mínimo de tres años y el peso de las marionetas hace que sea imprescindible la técnica.
También es importante la música, interpretada por músicos y cantantes, que se sitúan en un lateral del teatro.
 
Se interpretan escenas cotidianas, leyendas en las que el agua es el principal protagonista, aunque también el fuego forma parte del espectáculo.
    
Durante casi una hora hemos estado entretenidos y el espectáculo es ameno, divertido, curioso, elegante y diferente. Vale la pena.

Hemos salido a las 19:30 y poco a poco nos vamos hacia la parte antigua de Hanoi, que es donde tenemos el hotel. Antes de ir a cenar pasamos a ver el mercado nocturno que se realiza muy cerca de donde estamos y que ayer no pudimos ver por llegar demasiado temprano. 
Damos una vuelta por las calles, llenas de tenderetes en los que se vende de todo un poco. Miro una camiseta que me gusta pero tiene el estampado defectuoso y no me la quedo. La vendedora nos persigue por toda la calle para que le compremos la camiseta. Vaya agobio de mujer!.
No hay nada que nos interese y salimos de estas agobiantes calles llenas de gente. Nos vamos a cenar al restaurante "Green Mango", el mismo de ayer. Como la comida nos gustó, repetimos. Mas vale loco conocido que sabio por conocer!.

Después de la cena, cruzamos la calle y ya estamos en nuestro hotel. Continua lloviendo, aunque no con tanta intensidad y no queremos dar más vueltas. Esperemos que mañana el día mejore.

LUNES 28-7-2014


A las 5:45 ya estoy despierta y pensando. Hoy es un día estrella del viaje ya que haremos el crucero por la Bahia de Halong. Este crucero lo hemos  reservado a través de booking. No queríamos perder tiempo buscando por todas las oficinas de viajes de Hanoi. Siempre pensamos que es mejor hacer las reservas con calma, buscando información y opiniones. Hay que tener en cuenta que las agencias intentan venderte lo que quieren y esto nos lo ha constatado este hecho: ayer coincidimos en una tienda de souvenirs con una pareja española. Venían de hacer el crucero por la bahia de Halong y su experiencia fue pésima. Reservaron en Hanoi e intentaron buscar un barco de cruceros bonito según las fotos que les mostraron en la agencia. Nada más lejos de la realidad: el barco muy viejo y feo, nada que ver con las fotos que vieron al reservar el crucero. De todas maneras, es una loteria: puedes acertar o no. Ya veremos como sera nuestro barco. 

Hemos hecho la reserva con la compañia Glory Cruises. Nos ha parecido que estaba bastante bien y no tenía críticas negativas. El precio ha sido de 218 euros, un precio medio. Ayer fuimos a la delegación de la compañía para confirmarlo todo, dar el nombre del hotel para que nos vengan a recoger y, por supuesto, pagar el crucero. Prácticamente todas las compañías hacen el mismo recorrido, la diferencia está en la calidad y confort del barco. 

Dejaremos las maletas en el hotel y sólo nos llevamos las mochilas con lo justo para pasar dos días: una muda de recambio, bañadores, toallas y el neceser. A las 7:45 ya estamos en el lobby, desayunados y a punto. 

Sobre las 8:00, bastante puntuales, para una minivan frente a nuestro hotel. El guía nos llama y subimos al minibus que va parando en otros hoteles para recoger a los pasajeros.
Al final somos unas 17 personas que embarcaremos en el Glory Cruises. A medio camino hacemos una parada de  unos 35 minutos en un gran complejo de venta de souvenirs. También hay un pequeño supermercado para comprar bebidas y tentenpiés para el largo viaje.
Después de unas cuatro horas de la salida de Hanoi llegamos al muelle, que comparte con otra compañia, Pelican Halong Cruise. Estamos bastante rato esperando, nos falta el comandante. Cuando llega vamos embarcando en una pequeño bote que nos llevará hasta el barco.
 
Imprescindible ponernos el chaleco salvavidas. Cuando todos estamos sentados, el bote se pone en marcha y vemos como se va alejando la terminal de cruceros, desapareciendo toda la multitud de personas que estábamos allí esperando.
En el corto trayecto hacia nuestra nave podemos ver algunos barcos bastante destartalados. A lo lejos, y como telón de fondo los preciosos monticulos de la bahia, está atracado nuestro barco. Desde fuera es bonito.
 
Miembros de la tripulación nos dan la bienvenida.
 
Un poco de equilibrio al subir al barco y nos reúnen a todos en el salón para darnos las llaves del camarote y ofrecernos una bebida de bienvenida.
 
Nuestro camarote está en la primera planta y es muy correcto. Bastante amplio, con muebles muy aceptables, aire acondicionado, minibar y un gran ventanal, un baño amplio con amenidades y secador de pelo. Todo está muy limpio. De momento, creemos que hemos acertado con la elección de este crucero.
 
Después de instalarnos, nos vamos al restaurante ya que es hora de comer. Compartimos mesa con una pareja belga con la que tenemos poca conversación. La mujer prácticamente ni se digna a mirarnos. 
Empiezan a traer platos y los van colocando sobre la mesa. No sabemos demasiado bien como empezar. Faltan platos y tenedores. Cada mesa va mirando a la otra hasta que viene el guía y nos dice que todo es para compartir. Este sistema es un poco caos ya que, aunque traen varios platos de comida, es insuficiente para compartir entre cuatro. No hay nada con que servirte, sólo los propios tenedores. La comida no es para tirar cohetes. En fín, que nada del otro mundo. Bien el camarote, mal la comida.




Subimos a la cubierta exterior para admirar la preciosa bahía antes de llegar a la Cueva de Sun Sot.
Cuenta la leyenda que la bahía fue creada por un dragón que vivía en las montañas. Al dirigirse hacia la costa, el movimiento de su cola formó valles y desfiladeros. Cuando el dragón volvió al mar, toda la zona quedó inundada y solo quedó visible las cimas de las montañas. Lo cierto es que las más de 2000 islas que se encuentran en el Golfo de Tonkín son una maravilla y la bahía fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1994. 
  
Al cabo de un rato nos llaman para embarcar en los botes y acercarnos hasta la Cueva de Sun Sot. Nos ponemos los chalecos y bajamos a los botes.
 
Aunque la zona es muy turística y está repleta de barcos de diferentes compañias, no por ello, le resta belleza.
 
Después de un breve recorrido llegamos al muelle.
 
Para llegar a la cueva hay que armarse de valor y llevar un buen calzado ya que hay que subir unos 100 escalones. La cueva, formada por tres grandes cámaras, es enorme.
   
Desde lo alto hay una preciosa vista de la bahía.
 
Volvemos a bajar los escalones, con cuidado de no resbalar. En un intento de tomar una buena instantánea casi me doy de bruces con una espectacular araña.
Atravesamos las pasarelas y volvemos a los botes.
 
El marinero tiene que hacer filigranas para salir ya que nuestro bote ha quedado atrapado en medio de dos barcos grandes. 
El bote nos deja en la playa de Soi Sim.
La mayoría se quedan en la playa para disfrutar del baño y del sol. Nosotros como no somos de playa preferimos subir hasta la cima de la montaña para ver el paisaje. Bueno...Cesc al ver el montón de escaleras se queda al principio.
Mientras voy subiendo el paisaje cada vez es más bonito y, aunque estoy cansada, pienso que falta poco para llegar arriba y me animo a seguir.
Cuando llego a la cima me llevo la desilusión del siglo. Pensaba que habría un mirador o una plataforma pero, no hay nada de nada, simplemente se acaban los escalones y hay que tener cuidado de no resbalar y bajar rodando además de sortear, como se pueda, a los que están arriba. Dejando a un lado el comentario, el paisaje desde aquí arriba es fenomenal.
  
Bajo, las casi 300 escaleras y en el último tramo me encuentro con Cesc que ya estaba preocupado por mi tardanza. Hacemos las últimas fotos y bajamos a la playa.


Nos vamos hacia el bote que nos llevará al barco. En el camino nos encontramos con un mono. En muchas de estas islas hay monos y aunque parezcan simpáticos hay que tener cuidado ya que te pueden pegar un buen mordisco.


El resto de lo que queda de tarde la pasamos sentados en la cubierta del barco, tranquilos, relajados y disfrutando del magnífico paisaje y del atardecer.
  
A las 7:30 nos vamos a cenar. No cambia nada: tenemos los mismos compañeros de mesa, la cena vuelve a ser compartida y la calidad, bastante mediocre.
A las 9:00 todo el pasaje se reparte por el barco y los camarotes. Algunos hacen un intento de pescar calamares, aunque no con demasiada buena fortuna. Nosotros estamos un rato en cubierta y luego nos vamos al camarote.
 

MARTES 29-7-2014


Hemos dormido muy bien. A las 6:30 nos despierta el ruido de cubierta y la gente que va a desayunar. Más tarde hay clases de Tai Chi en la cubierta del barco. Nosotros preferimos quedarnos un poco más en la cama. Se está tan bien!


Antes de ir a desayunar subimos a cubierta para ver como está el día. Es temprano y el día aparece nublado y feo.
 
  
El desayuno consiste en café, una tostada y dos pastas un poco durillas. A las 8:15, volvemos al bote que nos llevará al un pueblo de pescadores de Ba Hang. 
   
Al llegar al pueblo, hay la posibilidad de hacer kayak o ir en una barca de remos conducidas, casi siempre, por mujeres. Nosotros obtamos por esta segunda opción ya que nunca hemos hecho kayak. Compartimos barca con una pareja joven de españoles y hacemos un pequeño recorrido.
    
Antes de marcharnos, una última foto.
 
A las 10:00 ya hemos dejado las llaves del camarote en recepción y liquidado la cuenta ya que las bebidas no están incluidas. El barco pone rumbo hacia el muelle. Antes del buffet brunch hay una clase de cocina vietnamita. El brunch, una especie de desayuno-almuerzo sigue la misma pauta que las anteriores comidas, nada de particular. A esta hora no tenemos demasiada hambre y solo picamos un poco. 
El día, poco a poco, a ido mejorando y antes de llegar a puerto la bahía aún nos regala unos paisajes increibles.
  
Todo lo bueno se acaba y el crucero también. A lo lejos ya divisamos el muelle. Nos llaman para ponernos los chalecos y subir al bote. Muchos de los barcos tienen las velas desplegadas.
 
Volvemos a la van que, en unas cuatro horas, con parada intermedia, nos trae a Hanoi. Muchos pasajeros han acabado aquí sus vacaciones por el pais y bajan en una parada desde donde un bus los llevará directamente al aeropuerto. La van se va vaciando de personas y los que quedamos nos devuelven a nuestros hoteles. Nuestro hotel nos ha cambiado de habitación. Me gustaba más la anterior pero, lo que no ha cambiado es la amabilidad y buen hacer de su personal. Al cabo de unos minutos de estar en la habitación nos vuelven a obsequiar con unos bombones y una botella de vino, además de un plato de fruta fresca.
 
Dedicamos la tarde a pasear y nos retiramos temprano.

MIERCOLES 30-7-2014


Hoy tenemos que coger el tren hacia Sapa. El tren es nocturno y antes de partir tenemos tiempo de visitar más cosas de Hanoi que tenemos pendiente. Lo primero que haremos será visitar el Complejo del Mausoleo de Ho Chi Minh. Cogemos un taxi desde el hotel hasta el Mausoleo 26.000VND. La visita a todo el recinto cuesta 25.000 VND


Esta enorme zona cerrada y sin tráfico es un lugar de peregrinación para muchos vietnamitas venidos de todo el país para presentar sus respetos al cuerpo de Ho Chi Minh al cual no se respetaron sus últimas voluntades ya que su deseo era ser incinerado y repartidas las cenizas por toda Vietnam. 

Hay que dejar las mochilas en una consigna aunque puedes llevar carteras, cámaras y teléfonos. Hay que vestir decorosamente y llevar los hombros tapados y pantalón largo. La cola es muy larga, pero se mueve a un ritmo bastante rápido.


El mausoleo de Ho Chi Minh es un edificio monumental que se construyó entre 1973 y 1975. Subimos las escaleras en fila de a dos bajo la atenta mirada de militares vestidos de un blanco inmaculado que se sitúan a intervalos de cinco pasos. El interior, frío y solemne, guarda los restos momificados de Ho. El edificio, de inconfundible rasgos soviéticos, intenta representar una flor de loto aunque, se mire por donde se mire, la semejanza no la vemos por ningún lado.
 
En el interior del mausoleo no se pueden hacer fotos, pero sí en el el exterior. Una vez visto el mausoleo nos vamos hacia el Palacio Presidencial, un edificio colonial que en la actualidad se utiliza para recepciones oficiales. No está abierto al público.


Detrás del Mausoleo de Ho Chi Minh hay una pequeña casa de pilares. En esta humilde casa, situada en un cuidado jardín con estanque, vivió Ho de forma intermitente de 1958 a 1969.
 
Se conserva tal como la dejó Ho.
 


En el recinto también se encuentra el Museo de Ho Chi Minh, un enorme edificio de estilo soviético, dedicado a la vida del fundador del Vietnam moderno. Nosotros no entramos ya que habíamos visto otros museos de Ho en otras ciudades.
De aquí nos vamos hacia la Pagoda del Pilar Único. Esta pagoda es un emblema de Hanoi.Representa una flor de loto, símbolo de la pureza. Fue destruida por los franceses al abandonar Hanoi en 1954 y vuelta a reconstruir y según parece la reconstrucción aún no ha terminado ya que todo el recinto está en obras, el suelo es un barrizal y la pagoda no luce demasiado.

La humedad es altísima y el calor es muy pegajoso. Cesc no lo lleva demasiado bién.
 

De aqui nos vamos hacia el Museo de Bellas Artes 30.000  VND x pax. En el centro de Hanoi no es díficil ver las gallinas buscandose la vida por las calles.

Este museo se encuentra en lo que antes fue el Ministerio de información francés.

En el edificio principal podemos ver antiguas tallas en piedra champa, efigies de la diosa de la compasión y unas fabulosas estatuas de madera lacada de monjes budistas de expresivos rostros. 
 

 
El museo es interesante, lo podemos ver sin ningún agobio ya que estamos solos. Nos entretenemos para aprovechar el aire acondicionado.
 
La siguiente visita es el Templo de la Literatura (20.000 VND). Fue fundado en 1070 por el emperador Ly Thanh Tong y consagrado a Confucio. La primera universidad del país se estableció aquí en el 1076. En un principio solo estaba permitida la entrada a los nobles, pero a partir de 1442 se abrió a estudiantes de todo el país en un enfoque más igualitario. Se estudiaba los principios del confucionismo, literatura y poesía.

Una vez pasada la gran puerta nos encontramos con jardines, un gran estanque y un pabellón.
 
En la pagoda hay una estatua de Confucio, flanqueado por discípulos.


 
 
Cesc no pierde la ocasión para refrescarse en un enorme ventilador situado dentro de la pagoda.

El Templo de la Literatura honra a los mejores eruditos y hombres de talento literario de Vietnam. En 1484 el emperador Le Thanh Tong ordenó que se erigiera una estela para registrar el nombre, lugar de nacimiento y logros de cada erudito excepcional. Aún quedan en pie 82 estelas.
En el templo aprovechamos para comprar el magnético para la nevera (16.000 VND) y algunos colgantes, de aquellos que dicen que traen buena suerte (15.000VND). Una vez visitado el templo de la literatura nos toca la hora de comer. Como somos de costumbres nos vamos a la pizzeria de siempre: pizza, fetuccini, birras, cafes y hoy, para despedirnos de Hanoi, unas copitas. (621.000 VND).
Después de comer hacemos las últimas fotos en los alrededores del Lago Hoan Kiem.
  

Sobre las 19:00 regresamos al hotel, recogemos las maletas, nos despedimos de los amables recepcionistas y cogemos un taxi hasta la estación. Tenemos un "voucher" que debemos cambiar en la oficina de "Fanxipan" para que nos den el billete de tren. La oficina está en la misma calle de la estación. No hay ningún problema para cambiarlo y ellos mismos nos dan otro "voucher" que deberemos cambiar en la oficina situada en Lao Cai a nuestra vuelta. Hay diversas compañías de tren para llegar a Sapa. Nosotros escogimos algo intermedio de precio. De momento, todo parece correcto. Esperamos en la misma oficina ya que hay aire acondicionado y nos tomamos unos refrescos mientras esperamos. A las 20:30 nos vamos hacia la estación. Los responsables de "Fanxipan" nos ayudan con las maletas hasta el mismo tren. Tenemos un poco de miedo ya que nuestra experiencia con los trenes vietnamitas no ha sido del todo satisfactoria.

Nuestro tren hacia Sapa es diferente, más "lujoso", limpio y cuidado que los otros que hemos cogido. Incluso tiene "amenities": cepillo dental y toallitas además de dos botellas de agua. Se nota que es un tren casi exclusivamente para turistas. No nos podemos quejar. Lo que no cambia es el aire acondicionado que, como en todos los trenes, funciona a tope. Toca sacar la manta polar. Después de acomodarnos, salimos puntualísimos a las 21:15 hacia Sapa.

 
Buenas noches!!

JUEVES 31-7-2014


Los trenes vietnamitas parece que vayan a descarrilar de un momento a otro, se balancean mucho y esto no es ningún estímulo para poder dormir demasiado bien. Durmiendo bien o mal, hemos llegado a Lao Cai a las 6:45. La ciudad no tiene nada de particular; es sólo una zona de tránsito para ir hacia Sapa o hacia China.

En la estación hay montones de personas que llevan un cartelito con nombres. Vemos nuestro nombre en uno de ellos y nos apresuramos a pasar, como podemos, entre el enorme gentío. Otros pasajeros también siguen al chico. Nos lleva a una van que se va llenando de pasajeros y maletas. Bastante apretujados salimos de Lao Cai hacia Sapa. Sapa se encuentra a una hora de Lao Cai, por suerte, ya que un viaje demasiado largo en una van llena de gente y maletas no es un viaje demasiado confortable.


Al llegar a Sapa, el conductor va dejando los viajeros a sus respectivos hoteles. Nosotros somos de los últimos en llegar al nuestro.

El hotel Sapa Paradise View es sencillo, pero mas que correcto por el precio que tiene (38 euros).

Los recepcionistas son muy amables y, aunque es muy temprano, ya tenemos la habitación a punto. Nos damos una buena ducha y nos vamos a desayunar. Hemos contratado en el mismo hotel un treking que haremos por los alrededores de Sapa. A las 10:00 estamos en la recepción y nos presentan a Cu, una chica de la etnia hmong, joven de tan solo 21 años, casada y con tres hijos. Habla un ingles muy  correcto. Después de las presentaciones, salimos del hotel para comenzar nuestro pequeño trekking. Cu va ataviada con la vestimenta hmong de gruesos ropajes y cargada con una gran mochila. Hace mucho calor y le comentamos que puede sacarse el gran manto que lleva encima. 

Salimos de Sapa y empezamos a caminar por senderos a través del bosque.

Pasamos por pequeñas aldeas con casas muy precarias.
 
En nuestro camino ya podemos ver los cultivos de arroz


Por el camino encontramos otras chicas hmong cargadas con pesados bultos. Normalmente las tareas las realizan las mujeres. 


Los hombres, en principio, se encargan de los trabajos del campo pero, en todo el trayecto realizado hasta ahora, no hemos visto ningún hombre. Cu nos cuenta, mientras vamos caminando, que las mujeres han buscado nuevos horizontes en el turismo. Muchas hacen de guía para el treking y, de esta manera, se ganan un sobresueldo que les viene muy bien, dada las condiciones de vida que tienen. La mayoria de las mujeres no han salido de sus pueblos. Cu nos cuenta que ella sólo ha estado una vez en Hanoi y que no le gustó. Se encuentra a gusto en sus tierras altas, en sus montañas.
Cruzamos pequeños puentes en no muy buenas condiciones. Nuestra guía, aún con chanclas, no tiene ningún problema.

A medida que vamos subiendo las terrazas de arroz empiezan adoptan formas caprichosas.
 
El espectaculo es grandioso.
 
Los niños se divierten jugando con los animales.
 
Realmente las terrazas de arroz forman un paisaje muy bonito.


Después de unas horas caminando, y acechando ya la hora de comer, "Cu" nos pregunta si tenemos hambre. Realmente, hambre, hambre, no tenemos pero, al ver su cara comprendemos que ella sí está hambrienta. Bajo un árbol deja la mochila y empieza a sacar el picnic para comer: tres barritas de pan que parecen goma de mascar, mermelada, mantequilla, trozos de pollo envueltos en papel de periodico, huevos duros, tomate y plátanos super maduros. Comemos lo que podemos para no hacer un feo y lo que ha sobrado lo mete otra vez en la mochila y se lo llevará para su casa.
Continuamos nuestro camino atravesando otros pequeños pueblos. Las casas están construidas con restos de uralita y algunas ni tan siquiera tienen el suelo cubierto. Realmente son muy precarias.
  
Las mujeres muelen el grano de una forma totalmente rudimentaria mientras tienen cuidado de sus hijos.

Otros niños se encargan de los animales

Poco a poco vamos dejando las pequeñas aldeas atras.
 
Nos paramos a cada momento para hacer alguna foto. Nuestra guía a puesto el paso firme y a veces tenemos que acelerar para seguirla.

Los campos de arroz van desapareciendo a nuestras espaldas ya que hemos dejado las tierras altas.
 
Después de cinco horas caminando, un coche nos espera para llevarnos de nuevo a Sapa. Nos damos una merecida ducha y salimos a pasear por la ciudad. Sapa no tiene nada de especial. Lo que le hace ser diferente es la vistosidad y colorido de las diversas etnias.
 
Los restaurantes empiezan a preparar las carnes.

Los muchachos hacen una visita a la barberia.

En el mercado aún hay actividad. La parte inferior está destinada al comercio: venda y transacción de productos alimenticios y, en la superior, las mujeres fabrican prendas de vestir en modernas maquinas de coser.
 
Los h'mong son buenos comerciantes y, a cada momento, intentan venderte alguna cosa de artesanía.
El pueblo esta lleno de colorido; los h'mong visten de negro con estampados florales especialmente en los brazos, los dao se distinguen por el color rojo y los tay prefieren el color índigo.
 
Es frecuente ver a las mujeres hurgar entre el pelo, seguramente buscando algún tipo de parásito. Suelen llevar el pelo muy largo y, frecuentemente, enrollado en una especie de moño. Bajo el moño, en numerosas ocasiones, asoma una cabecita; siempre llevan a los hijos colgados en la espalda.
 

Acabamos la visita del pueblo admirando las altas montañas que rodean a Sapa. Entre estas montañas se encuentra el Fansipan, el pico más alto de Vietnam de 3143 m.
 
Acabamos el día cenando un bistec con patatas y una pizza. Estamos contentos porque el día ha sido perfecto: un buen treking con un día radiante. Lo hemos aprovechado bien. Estamos cansados y regresamos al hotel. Hay que descansar ya que mañana continuaremos con la caminata.
 

VIERNES 1-8-2014

A pesar de que las sábanas parecían sacadas de la lavadora por la elevada humedad, hemos dormido bien. Bajamos a desayunar nuestras tostadas de siempre y, a las 9:00, estamos en recepción esperando a nuestra guia, Cu, para retomar otro pequeño trekking por los alrededores de Sapa.

Cogemos un coche que nos lleva hasta el principio de la caminata. Debemos pasar por un peaje, situado en la carretera, que nos cuesta 40.000 VND por persona para entrar en los pueblos. 
Al cabo de unos quilométros, nos bajamos del coche y empezamos a caminar. Al igual que ayer, tenemos un día muy soleado, con lo que volvemos a gozar de unas esplendidas vistas del valle.
 
 
Casi sin darnos cuenta, vamos divisando los pequeños pueblos. Hoy caminamos mejor ya que no tenemos que sortear ríos, pasar por puentes destrozados o subir empinadas cuestas resbaladizas. Hay un pequeño caminito y además es cuesta abajo.
 
Los niños nos van siguiendo un buen trecho para intentar vender alguna cosa. 

Cu nos lleva hasta la casa de su hermana que tiene una pequeña tienda de tejidos. 

Nos enseñan como muelen el grano de forma totalmente rudimentaria. Hay que hacer mucha fuerza para hacer girar el molino y Cu se rie cuando ve la poca práctica que tenemos nosotros.
 
También nos enseña el telar con el que confeccionan las prendas de vestir y las tinajas donde sumergen las prendas para teñirlas. Para obtener el color negro, las telas se sumergen dos veces al día durante casi un mes.Cu tiene las manos negras del tinte.
 
Nos enseña el resto de la casa, la cocina...
 
...y el salón. La sencillez es bien patente: no hay casi nada.

Dejamos la casa de la hermana de Cu y en el mismo pueblo encontamos una bonita tienda de artesanía.
 
Podemos ver, por fín, un hombre haciendo algún trabajo ya que, prácticamente todas las tareas las realizan las mujeres: plantan cosechas, recogen leña, cocinan, tejen, comercian y cuidan de los niños. Los hombres cuidan de la casa mientras beben o fuman. 

Nuestra guia nos explica que sus vestimentas las hacen con las fibras del cáñamo: una vez sembrado y recolectado, el cáñamo se coloca en lugares aireados y soleados para que se seque.

Una vez secado, se pela y se obtienen unas fibras que se van uniendo para hacer la medida justa para poder tejerla, teñirla y bordarla. El proceso es puramente artesanal.

Continuamos nuestro camino por los pequeños pueblos, todos dominados por el color verde de sus campos de arroz.
  
Nuestro afán por ver búfalos se ve ampliamente recompensado en estas tierras.
  
Las madres enseñan a sus hijos a limpiar las hojas con las que, mas tarde, envolverán el arroz.

Los niños pequeños aprenden  rápido a conducir el ganado.

Rudimentarias carnicerías al aire libre.
 
Nuestra caminata va llegando a su fín. Cruzamos el puente y, al otro lado, sentados tomando un refresco, esperamos que llegue nuestro coche para devolvernos a Sapa.
 
Nos despedimos de Cu, nuestra guía durante estos dos fantásticos días.

En el hotel nos duchamos y aprovechamos el resto de la mañana para volver al mercado y hacer la última visita a Sapa.
  
En el mercado se dan cita las diferentes étnias de montaña, especialmente en la zona del restaurante.
 
Es un mercado bien abastecido de carne...
 
...pescado...
 
....y otras delicatessen...

Sapa es un lugar de reunión para comerciar.
   
 
Después del comercio, también hay momentos para la siesta.

Buscamos un lugar para comer y optamos por quedarnos en Romano's Pizza.
 
Cesc ha pedido un bistec australiano y yo, como soy muy original, espagueti.
 
Cesc se queja ya que, como buen amante de la carne y habiendo probado varias veces el buey australiano, el que tiene en el plato no tiene nada que ver con los anteriores. El camarero insiste en que es australiano y Cesc que no. Total, que tiene que comerse el buey, seguramente nacional, pero a precio de australiano. Mis espaguetis tampoco son nada del otro mundo. Un local no demasiado recomendable.
Regresamos al hotel y descansamos hasta la hora del check out. 

Puntualmente a las 16:40 nos recoge una van, llena de pasajeros, para llevarnos a Lao Cai. Creo que vamos más apretados que a la ida. En una hora llegamos a Lao Cai y nos dejan en un frenético bar, lugar donde nos cambiaran el "voucher" por los tickets del tren. Mientras yo espero, Cesc da una vuelta por la estación. Empieza a oscurecer. Y la gran plaza, donde los autobuses y vans aparcan durante el día mientras esperan a sus pasajeros, aparece fea y sucia.
 
Empezamos a desesperarnos porque le hemos dado el "voucher" a una persona y ahora no aparece por ningún lado. Al cabo de un rato, por suerte, viene y nos da los billetes del tren. Curiosa y liosa manera de funcionar para darte los billetes. 
Nos vamos hacia la estación y esperamos nuestro tren.

Por suerte, el tren es igual que el de ida, bastante bien en todos los sentidos. Nos acomodamos en nuestra cabina privada y sacamos los cacahuetes y las galletas: hoy toca cena rápida y calórica. A las 19:30 salimos puntuales hacia Hanoi. Adios Sapa!

SABADO  2-8-2014

Hemos pasado la noche tapados hasta las orejas ya que, como en todos los trenes que hemos viajado, el aire acondicionado lo ponen a todo trapo. Llegamos a Hanoi a las 5:45, con bastante sueño y un poco cansados de no haber dormido demasiado bien. Nos espavila el ajetreo de la estación y la caminata a pié hasta el hotel.
El hotel Aranya Hanoi está bien situado en el barrio antiguo de la ciudad.
Como es tan temprano, ni tenemos habitación ni podemos desayunar. Tengo muy mal humor, me he levantado con el pie izquierdo, tengo hambre, me siento cansada y a esta hora tan temprana ya estoy sudando como un pollo. En fin, mejor que me dejen tranquila a ver si me relajo un poco. Nos sentamos en los butacones de la entrada a esperar el desayuno. Sin lugar a dudas, la acogida de este hotel no tiene nada que ver con el primero que estuvimos: el Golden Sun Suites en el que nos ofrecieron ducharnos, nos dieron desayuno antes de la hora y gratis y fueron muy, muy amables. Un hotel que, sin dudarlo, os recomiendo encarecidamente.
Pasadas las 6:30 nos dicen que podemos subir a la azotea, lugar donde se encuentra el restaurante, para poder desayunar. Parece que, con un poco de glucosa en el cuerpo, poco a poco se me va pasando el mal humor. Después del desayuno, volvemos a la carga para acabar de visitar lo que nos queda de Hanoi
Empezamos por la Prisión de Hoa Lo, llamada también el "Hilton de Hanoi" por los prisioneros de guerra estadounidenses durante la guerra de Vietnam.

Este complejo penitenciario fue construido por los franceses en 1896 para alojar a presos políticos vietnamitas. Tras la derrota en Dien Bien Phu, los  franceses abandonaron Hanoi y la prisión paso a manos de la República Democrática de Vietnam. Durante la Guerra de Vietnam alojó a pilotos  estadounidenses. Las condiciones de vida en la prisión eran deplorables. El hacinamiento, insalubridad, mala alimentación, torturas y castigos era la tónica diaria de los presos.
Hay una recreación de tal y como estaban los presos atados con grilletes.
 

También alojó a mujeres con sus hijos. Es espeluznante la guillotina que se encuentra en el pabellón de los condenados a muerte.
 
En el patio hay un memorial para conmemorar a todos los que en esta prisión sufrieron y murieron.
 
La visita ha sido interesante. Cogemos un taxi (50.000 VND) para desplazarnos hasta el Museo Nacional de Historia Vietnamita.

El interior contiene una notable colección de arte que nos ayuda a entender la historia del país. Además es muy agradable de ver, con espacios amplios, bien ambientados y con un aire acondicionado que funcionaba a las mil maravillas.
 

 

Salimos del Museo de Historia Nacional Vietnamita y cogemos otro taxi hasta el Museo Etnográfico (40.000 VND pax más 50.000 VND por derechos de fotografia).

Las colecciones de este gran museo nos muestran las diferentes culturas del país mediante objetos, arquitectura, fotografías, explicaciones y diversas recreaciones a través de maniquíes y figuras. Las explicaciones de las diferentes etnias es muy completa y amena.
 
En el exterior se puede ver la arquitectura tradicional de varios grupos étnicos; como las casas de madera de los h'mong, casas sobre pivotes de los Tay, casa tradicional de los VIet, casas abiertas de los Ha Nhi entre otras.
 


  
El museo es muy entretenido e interesante, lástima que hace muchísimo calor y ya tenemos ganas de llegar al hotel.
Cogemos otro taxi hasta el centro de Hanoi (140.000 VND). Aprovechamos para comprar algún "souvenir" ya que, prácticamente, no hemos comprado nada. Tampoco nos complicamos demasiado la vida. Alguna tontería pequeñita ya que no cabe nada más en la maleta y listos. 
La comida la hacemos en nuestro restaurante preferido de Hanoi ,"Green Mango" un lugar bonito, muy limpio y que se come muy bien. Hoy hemos elegido fetuccini y, como no podía ser de otra manera, pizza para mí. Como siempre, todo muy bien. Al acabar, nos despedimos de todos y nos vamos al hotel.
El hotel no está mal pero, tal y como os he comentado, nos gustó muchísimo más el Golden Sun Suites  por la calidez y buen hacer de todos los empleados.
La habitación que nos ha tocado no está mal, tiene incluso una terraza.

Reorganizamos las maletas ya que hoy es nuestro última noche en Vietnam. Como siempre, en la maleta de Cesc se acaba poniendo todo lo que no cabe en la mia. Va oscureciendo y el cielo está cubierto de nubes. Al poco rato empieza a llover de forma impetuosa y el cielo queda totalmente iluminado ya que un relámpago da paso a otro. La cosa se va poniendo fea, pero fea. Yo sólo pienso en el avión de mañana, como haga este día, no me subo al avión, me quedo!
Nos metemos en la cama, Cesc se queda roque en un momento, que suerte que tiene.
 
 
Hasta mañana!.

DOMINGO, 3-8-2014

Lo primero que hago al levantarme es mirar el cielo. Madre mia! está el cielo totalmente cubierto. Cesc intenta tranquilizarme, sabe que el miedo al avión es superior a mi. Tenemos las maletas preparadas y a punto de cerrar. Subimos hasta el último piso para desayunar. El desayuno, como en la mayoría de los hoteles, es a la carta. A mi no me entra nada. Un zumito y voy lista.

Al acabar el desayuno, dejamos el hotel previo check out.
 
Cogemos un taxi hasta el aeropuerto.

Pasamos el tiempo como podemos. Yo me lo paso mirando a través de las ventanas como evoluciona el cielo. Nuestro vuelo sale puntual a las 16:35, haciendo una escala en Bangkok y, ahora sí, decimos adiós a Vietnam!

Nuestra escala en Bangkok es larga, de más de 8 horas. Suerte que el aeropuerto de Bangkok es enorme y podemos pasear hasta cansarnos. 

DOMINGO, 4-8-2014

De madrugada, a las 2:40 acabamos nuestra larga espera en el aeropuerto de Bangkok y salimos hacia Doha, la segunda escala. Después de casi 7 horas de vuelo, llegamos a Doha. Una espera de casi 3 horas y otro cambio de avión pero, esta vez, con destino final a casa.

Al despegar podemos ver las luces de Doha.
 
Me gusta mirar el trayecto del avión en las pantallas individuales.

Intentamos entretenernos hasta que nos llega la hora de la comida.

Después de casi 7 horas de vuelo, llegamos a Barcelona, sin ningún contratiempo. Con ganas de llegar a casa por el cansancio, pero tristes porque nuestras vacaciones ya han finalizado. 

RESUMIENDO:

Hemos recorrido Vietnam de sur a norte por carretera y tren con lo cual podemos hacer una valoración de conjunto.

Aspectos positivos

-El país es una mezcla cultural: en el sur se evidencian las influencias indias en los templos chams; en cambio, en el norte, la influencia china es bien evidente. La influencia francesa es patente en los edificios coloniales de las grandes ciudades como Hanoi o Ho Chi Minh. Y tampoco hay que perderse las delicadas ciudades del centro como Hue o Hoi Han
-Para los que nos gusta la naturaleza, no podemos olvidarnos del majestuoso espectáculo que ofrece la Bahía de Halong, las verdes terrazas de arroz de la región de Sapa, las fantásticas cuevas del Parque Nacional de Phong Nha o los paisajes, casi de película, que encontramos por  distintas zonas escondidas del Mekong.
Tampoco podemos olvidar la historia reciente del país. La zona Desmilitarizada y los túneles de Cuchi y de Vihn Moc.
-En cuanto a la gente: hemos encontrado gente sencilla y muy amable, nada que ver con lo que nos decían de que los vietnamitas eran antipáticos e intentaban timarte en cuanto podían. 
- Nosotros encontramos un país seguro.
-Todos los hoteles en que hemos estado han cumplido todas nuestras espectativas e incluso las han superado. Muy bien de precio, en excelentes condiciones y todo el personal muy amable.
-Es un país barato. Hay que aprovecharlo mientras se pueda.

Aspectos negativos

-La convalidación del permiso de conducir es muy complicada  en este país, hay que hacer muchos trámites y nosotros decidimos que no valía la vale complicarse la vida por sólo unos días. Al no tener el permiso convalidado  no encontramos ninguna empresa de alquiler que nos ofreciera un coche. El alquiler del coche es posible pero con el conductor. Para nosotros esto es una pega ya que estamos acostumbrados a alquilar coches, pero sin conductor,  y movernos a nuestro aire.
-Los trenes son bastante cutres, viejos y sucios, a excepción de los que van a Sapa
-El aire acondicionado de todos los trenes va muy fuerte. Si hay que pasar la noche en el tren, se acaba pasando mucho frío. Recomiendo llevar un saco-sabana y, si os cabe, una pequeña manta polar.
-En el crucero por la Bahia de Halong hay que ser precavido y no coger un crucero  demasiado barato. Por la bahía circulan barcos penosos y a punto casi de zozobrar. Esto puede arruinar el crucero. Mejor pagar un poco más y tener la certeza que no habrá problemas.
-La dosis de aventura se tiene de inmediato en  cuanto hay que cruzar una calle. Al principio es difícil y estresante ya que los millones de motos que circulan por las calles no respetan prácticamente nada. El peatón es el último es la escala de la circulación vial. Acaba siendo fácil si se siguen dos pautas: armarse de valor, cruzar con decisión y sin dar nunca marcha atrás, siempre adelante. Las motos  te van esquivando, algunas incluso rozaran tu cuerpo, pero nada más. En todos los días que estuvimos por el país, no vimos ningún atropello.
-Lo peor del pais, para nosotros, es la altísima humedad. A primera hora de la mañana ya tienes el sudor pegajoso en  el cuerpo.

Con todos sus aspectos positivos y negativos, es un país que hay que ver por su historia y todo su patrimonio tanto natural como cultural. 

Finalizado el blog de este país, espero que pueda servir a futuros viajeros, tanto en el aspecto de ruta como animando a quienes puedan dudar de emprenderlo. A todos los que nos habéis seguido en este viaje, espero que os haya gustado y gracias por leernos.


16 comentarios:

  1. Claro que si!.
    Gracias por el comentario.!!

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  2. Enganchada ya a estas entradas vietnamitas...me atrae mucho el país. Un saludito viajero. Ah, a mí también me gusta más el nombre Ssigón, jeje

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    1. Gracias Caliope!!
      Vietnam tiene cosas muy interesantes. Es un país que me ha sorprendido.
      Un abrazo!

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  3. Que bien, un viaje para leer, y con lo bien que nos lo cuentas tu siempre.

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  4. Me alegro que te gusten mis relatos Cati!!

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  5. Acabo de ver las de My Son y casi me caigo de culo....y yo que me las perdí, pero qué tonto....grrrrr. Continúa, te sigo....

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    1. Aunque siempre queremos ver lo máximo en un viaje, es casi imposible verlo todo. Siempre hay cosas que se escapan, por tiempo o por desconocimiento. Nos ha pasado a todos y...no te negaré que hace rabia, pero es así.
      Gracias por seguirme farinetas!!

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  6. Que manía tiene esta gente con poner el aire acondicionado a tope. En todos los paises de la zona es lo mismo, tanto en trenes como en autobuses. Yo he pasado noches muy muy malas, aún abrigándome.
    Os seguimos!!

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  7. Tienes toda la razón. En todos los trenes, el aire estaba tan fuerte que la gente intentaba tapar las rejillas por donde salia el aire. En las literas superiores es donde el aire pegaba más fuerte y pasabas frio, frio. Suerte que nosotros teníamos saco y mantas polares que compramos aquí y pudimos taparnos hasta las orejas.
    Gracias por seguirnos!!

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  8. Estupendo post e imágenes.! Me han entrado unas ganas locas de viajar a Vietnam después de leerte. Lo guardo en favoritos!! Gracias por compartir! Un saludo

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  9. Me alegro que te haya gustado Fran!
    Gracias por el comentario!!

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  10. Muchas felicidades, por el viaje y por los detalles que nos cuentas. Una preciosidad de paisajes.

    Besos, Cati.

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    1. Gracias por el comentario y por seguirnos Cati!
      Besos!!

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