lunes, 21 de diciembre de 2015

LES GORGES DE LA FOU

Les Gorges de la Fou están situadas en el Vallespir, al sur del Canigó y muy cerca de Arles Sur Tech, entre Prats de Molló y Ceret (Francia). 


Una vez hemos dejado el coche en el aparcamiento y hemos comprado la entrada (10 euros/persona y 5 euros los niños), nos dan un casco. 
Aunque todo el trayecto esta cubierto de una red para evitar posibles desprendimientos, el uso del casco es obligatorio. 

La formación de esta garganta es debida a la erosión del río Fou sobre la piedra caliza.La fuerza y energía del agua al pasar por estrechas oquedades se manifiesta a través de un potente rugido, sonido que nos acompaña durante todo el trayecto y que hace aún más atractivo el paseo. 
Este espléndido cañón tiene una longitud de 1739 metros y una profundidad de más de 200 metros  aunque, en algunas zonas, alcanza los 250 m. 
Lo que hace únicas a esta garganta es su estrechez que, en algunas partes no llega a los 70 metros; por este motivo están consideradas una de las gargantas más estrechas del mundo. 


La garganta se recorre fácilmente a través de un pasarela metálica y varios puentes con un recorrido de 1500 metros y superando una pendiente del 9%.
  
La duración de la visita es de una hora y media a paso tranquilo y, a cada 500 m. hay una zona de descanso, un banco, y un teléfono por si hay alguna urgencia. Los diferentes puntos como la Gruta de Trabucayres o la roca del águila, impresiona a los visitantes.
 

También es importante por la variedad de flora que en las gargantas se encuentran.

En caso de lluvia el trayecto puede ser un poco complicado ya que es muy fácil resbalar. No es aconsejable la visita para las personas necesitadas de silla de ruedas o niños con cochecito ya que hay bastantes escaleras y la pasarela es bastante estrecha.
 
Se dice, se cuenta...que esta zona era habitada por brujas y seres malvados, lo cierto es que la luz, al pasar por la estrechez de la garganta, forma un paisaje un poco tenebroso y muy digno de ser la morada de seres maléficos. Estas cavidades que hay en las gargantas fueron el  refugio ideal de ladrones. En 1928 ser realizó la primera expedición pero no fue hasta 1954 en que se pusieron los primeros puentes de madera  y se abrió al turismo.

A la salida, después de limpiar el casco, hay una tienda de recuerdos y un pequeño bar-restaurante en donde nosotros comimos muy bien.
Esta excursión se puede hacer si estamos de visita por la zona de Camprodón o Setcases y después de atravesar el Coll d'Ares en dirección Ceret. Es un lugar muy recomendable para los amantes de la naturaleza y la aventura ya que el recorrido es impactante por su estrechez y altura.Es una excursión ideal para hacerla en verano por el frescor de la zona. Cerrado del 15 de noviembre al 31 de marzo. 

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